Maite SOROA | msoroa@gara.net
Una de «expertos»
La detención el pasado sábado de tres presuntos militantes de ETA ha provocado gran alegría en algunos medios de la derechona, pero no por la detención en sí, sino porque les permite mostrar sus esperanzas de un recrudecimiento del conflicto, esperanzas que en los dos últimos se han ido desvaneciendo, por lo que, a falta de elementos reales, han tenido que aumentar la dosis de intoxicación. Y la tendenciosa información oficial les ha dado pie a no esconder sus deseos.
«La Razón» titulaba ayer en primera: «ETA se reorganizaba con Segi mientras anunciaba el alto el fuego», y el «experto» J. M. Zuloaga nos explica en páginas interiores que dos de los detenidos «pertenecían a la rama juvenil proetarra y carecían de antecedentes», y a partir de ese supuesto dato se monta la película de que la operación policial, casualmente «la primera que se realiza con el Gobierno del Partido Popular», «ha cobrado una una importancia especial». Pero advierte de que «el hecho de que los capturados hayan pertenecido a Segi, las juventudes del `complejo ETA (...) no puede llevar al error, según expertos antiterroristas consultados por «La Razón», de que es Segi la que reorganiza ETA. `Se trata de un engaño urdido por la propia banda en la que no se han producido escisiones, y que ha actuado como en anteriores treguas: ha aprovechado el tiempo para reorganizar sus estructuras criminales'». La operación «ha permitido descubrir el engaño de ETA» por el «material susceptible de ser utilizado para fabricar artefactos explosivos». Lo que no decían era que ese material también se utiliza para falsificar documentos de identidad, una de las funciones del aparato al que «La Razón» y otros muchos aseguraban que pertenecen los detenidos.
Y, claro, si el ministro de Interior y «La Razón» dan pie a la confusión, Daniel Portero, en el mismo periódico, va más allá y no duda de que la detención de los tres jóvenes vascos «armados y con material explosivo en las cercanías de París no hace más que confirmar lo que comenzamos a sospechar en junio de 2011». Así que comenzó a «sospechar» en junio pasado. Pero el asunto no es el material incautado a los detenidos, y Portero lo aclara enseguida: «No hay posiblididad de acercamientos de presos porque ello generaría una mayor cohesión entre sus militantes y simpatizantes». Otro «experto» al que cualquier dato, del signo que sea, debidamente manipulado, le vale para abonar sus tesis.