S&P responde a las críticas con una rebaja en la nota del fondo de rescate
Las críticas de la Comisión Europea por las rebajas de calificación de nueve estados de la eurozona el pasado viernes no inmutaron a la agencia Standard & Poor's (S&P), que ayer anunció que también retira la triple A al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Sin embargo, otra de las grandes, Moody´s, mantiene la nota máxima al Estado francés. El presidente del BCE, Mario Draghi, reclamó que no se dé tanta importancia a estas evaluaciones.
GARA | LONDRES
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) rebajó ayer en un escalón el rating del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), desde AAA hasta AA+, después de que el pasado viernes retirara también la máxima calificación al Estado francés y Austria, dos de los garantes del fondo.
En un comunicado, la agencia informa de que la perspectiva del rating está en desarrollo, lo que refleja que podría devolver la triple A al FEEF si se ponen en marcha mejoras crediticias adicionales, o bien podría rebajar de nuevo su nota si considera que la solvencia de los miembros del fondo puede ser reducida en los próximos dos años.
Tras conocerse la decisión de S&P, los responsables del fondo de rescate recordaron que las agencias Moody's y Fitch aún mantienen la máxima calificación para el FEEF y subrayaron que esta rebaja no reducirá su capacidad de préstamo de 440.000 millones de euros.
La noticia era esperada por los analistas tras las rebajas del pasado viernes a nueve estados de la eurozona, los dos ya mencionados más Italia, Estado español, Portugal, Malta, Eslovaquia, Eslovenia y Chipre.
La que por ahora mantiene la triple A francesa es Moody's, otra de las grandes agencias de rating. En una nota, señaló que mantiene la «perspectiva estable» de la nota gala, si bien matizó que está bajo vigilancia.
Tras dos subastas positivas
La Comisión Europea (CE) consideró ayer que la decisión de S&P es «muy extraña» por el momento en el que se produjo. «La idea expresada por la agencia de calificación, de que la estrategia europea se basa únicamente en el pilar de la austeridad fiscal, representa una seria malinterpretación», afirmó Olivier Bailly, portavoz de Asuntos Económicos, quien explicó que la CE ha apostado por una estrategia doble basada en la consolidación y las reformas estructurales diseñadas para impulsar el crecimiento y el empleo.
El portavoz de la CE reiteró que la decisión de Standard & Poor's «es inconsistente», puesto que se produjo tras varios desarrollos positivos registrados por estados miembros, después de esfuerzos importantes y de que los mercados reaccionaran positivamente a la subasta de bonos en dos de los países degradados, Italia y el Estado español, agregó.
«Consideramos que nosotros tenemos más elementos y más actualizados sobre la situación en los estados miembros que los inversores o agencias de calificación. Trabajamos diariamente con los estados miembros, vamos a misiones, estamos en contacto con las autoridades nacionales, los diferentes departamentos y compartimos información de la que las agencias no disponen», aseveró Bailly.
«No son dueñas de la verdad»
El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, restó relevancia a las notas emitidas por las agencia de calificación y subrayó que estas «no son las dueñas de la verdad», si bien «hay que tener en cuenta» sus análisis.
A juicio del representante comunitario, lo que la eurozona debe hacer es seguir adoptando las políticas económicas que figuran en su agenda. Recalcó que los estados miembros han impulsado ya «muchas medidas muy importantes para avanzar en la consolidación fiscal, con el fin de superar los problemas de la deuda pública, del sistema financiero. Hay que seguir adelante», insistió.
Para el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, conviene «aprender a funcionar sin dar tanto peso a las evaluaciones. Reguladores, inversores y bancos han de ser más independientes».
La decisión de S&P de degradar el pasado viernes la deuda portuguesa hasta el nivel del «bono basura» tuvo ayer como consecuencia que la prima de riesgo lusa se disparase hasta los 1.241 puntos, una cota inédita. Portugal está inmerso en un duro programa de recortes para reducir su déficit del 9,8% en 2010 al 4,5% en 2012.
La Comisión Europea ha nombrado al gobernador del Banco de Finlandia, Erkki Liikanen, presidente del grupo de expertos que examinará si la UE debe obligar a las entidades europeas a separar sus actividades de banca comercial y de inversión como receta para mejorar la estabilidad del sector. El grupo empezará a trabajar en febrero y deberá presentar sus conclusiones en verano.
El primer ministro griego, Lucas Papadimos, confía en alcanzar «en dos o tres semanas» un acuerdo con los acreedores privados sobre la aceptación voluntaria de una quita del 50% en sus carteras de bonos soberanos del país heleno, después de que el pasado viernes se suspendieran las conversaciones al respecto entre el Gobierno griego y el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa los intereses del sector bancario.
«Las próximas semanas son particularmente difíciles, ya que tenemos que completar dos procesos interrelacionados», señaló en referencia a las negociaciones con la banca y al programa de ajustes para el periodo 2012-2015. «El objetivo es que los dos procesos serán completados antes de las próximas dos o tres semanas», añadió.
El mandatario griego admitió que el proceso de consolidación fiscal y reducción de la deuda hasta niveles sostenibles «llevará mucho más tiempo», aunque las medidas más duras y urgentes «se completarán en dos años». Por otro lado, Papadimos subrayó que la salida del euro «no es una opción para Grecia. Esta es la posición del Gobierno y de todos los partidos que lo respaldan y, lo que es más importante, de la abrumadora mayoría de los griegos», aseguró.
El primer ministro griego apuntó que, desde que se aplicó el primer plan de rescate, las medidas adoptadas han permitido al país ganar un 5% de competitividad y en el caso de aplicar las reformas y medidas de ajuste planeadas para este año se recuperaría al finalizar 2012 entre un 0,5 y un 0,6 de productividad. GARA