El trabajador fallecido, Antonio Giraldo Llanos, de 58 años de edad, falleció el pasado domingo después de haber permanecido seis días en coma tras ser golpeado por una pieza de esmeril que se desprendió de la máquina en la que estaba trabajado el pasado lunes 9 de enero. La plantilla realizó un paro de todo el día en solidaridad con sus allegados.

ELA y LAB, por separado, denunciaron el nuevo accidente mortal en lo que llevamos de este año. La central sindical que lidera Adolfo Muñoz explicó que «es evidente que cuando ocurre un accidente laboral estamos ante un fracaso de la prevención», por lo que exigió «la implantación de los planes de prevención reales en todas las empresas», para que «más allá de la prevención `formal' erradique la lacra de la siniestralidad y los fallecimientos en los puestos de trabajo».

LAB se solidarizó con los familiares y allegados del fallecido y aseguró que «las empresas siguen sin poner las medidas de prevención y protección adecuadas». En este sentido, la central sindical que lidera Ainhoa Etxaide recuerda que este año ya son dos los fallecidos, pero el año pasado, al menos, murieron por accidente laboral un total de 64 trabajadores en Euskal Herria. «Es una cifra que se mantiene constante y su reducción se debe a los efectos sobre la caída del empleo en la actual coyuntura económica de crisis, no a que haya habido un cambio en la manera de actuar de los empresarios», precisó LAB, quien llamó a trabajar por ese cambio en la prevención.

ELA, por su parte, reiteró su exigencia de eliminar «las causas estructurales que llevan a la siniestralidad laboral como es la precariedad, las jornadas y ritmos laborales altísimos, entre otras».