La agrupación ecologista Eguzki denunció ayer que la posible prórroga de la central nuclear de Garoña evidencia la dependencia del CSN respecto al Gobierno español.

En una nota, Eguzki destacó que la reunión entre los responsables del Ministerio de Industria y del CSN «deja a las claras la sumisión de los consejeros del citado órgano al poder». Además, consideró que las actuaciones del mismo responden a criterios políticos y no técnicos.

Asimismo, Eguzki exigió el cierre de Garoña y recordó que la decisión final sobre su continuidad «no tiene que ser acorde con el CSN, sino con la sociedad». A este respecto, la agrupación solicitó al Gobierno español que respete la «voluntad popular la sociedad vasca», contraria a la planta.