El PSN llegó dividido a Ribaforada porque tanto su secretario general, Roberto Jiménez, como su único diputado en Madrid, Juan Moscoso, se habían convertido en las semanas previas en claros referentes de los dos candidatos que parecen contar con más posibilidades de liderar el PSOE tras el Congreso Federal que este partido celebrará en Sevilla en febrero. Jiménez forma parte del equipo promotor de la candidatura de Carme Chacón, mientras que Moscoso apoya la de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Por ello, se esperaba que esa pugna marcara el Congreso extraordinario que tuvo lugar ayer en la localidad ribera. Pero como suele ser habitual en estas batallas internas, finalmente el agua no llegó al río y el cónclave discurrió con tranquilidad. Así, los ocho delegados que viajarán a la capital andaluza tendrán libertad de voto a la hora de elegir a la persona que relevará a Rodríguez Zapatero en la Secretaría General del PSOE.

La lista está encabezada por Jiménez y Moscoso, a quienes acompañarán María Isabel Carcavilla, Miguel Ángel Ancízar, Susana Pérez, María Concepción Pérez, Fernando Puras y Marta María Ulrich. Aunque los dos bandos se mostraron satisfechos por el resultado del congresillo -así lo denominan los propios militantes del PSOE, en alusión a que es un trámite de cara al Congreso Federal-, no lograron concitar tanta unanimidad como cabía esperar. Al llegar la hora de la votación, la lista única obtuvo 149 votos a favor (el 74,5%), 47 en blanco (23,5%) y 4 en contra (2%).

«Unida pero diversa»

Aunque en principio los ocho delegados tendrán libertad de voto en el Congreso Federal, la mayoría de ellos ya se han decantado a favor de los dos principales candidatos. Según informó la agencia Efe, el propio Moscoso comentó que en Sevilla habrá «un número importante de delegados navarros (...) que van a votar la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba», dando a entender que serán tres, mientras que los otros cinco apoyarán a Chacón.

Jiménez, que vio reforzado su papel de secretario general, quiso reflejar una imagen menos partidaria, por lo que no incidió en su apoyo a Chacón, sino en que el resultado del congresillo refleja «una federación unida pero diversa, ya que unos compañeros vamos a apoyar una opción y otros, otra».

No obstante, en su discurso de apertura del Congreso, Jiménez había dejado claro su apoyo a Chacón ya que, si bien indicó que los militantes del PSOE deben «tener orgullo» del que ha sido su máximo dirigente durante los últimos doce años, pidió un «apoyo crítico» a la gestión de la Ejecutiva Federal porque «ha habido luces, muchas, y sombras, algunas, a la vista los resultados de las últimas elecciones generales y autonómicas». De esta forma marcó el distanciamiento respecto a Rodríguez Zapatero expuesto por la exministra de Defensa.