Como si de un superhéroe al rescate se tratase, D'Or Fischer apareció cuando peor pintaban las cosas para Gescrap Bizkaia Bilbao Basket. Levantó de tal forma al conjunto bilbaino que éste logró remontar y sumar la octava victoria de la temporada, amén de mantener esperanzas de cara a aspirar a jugar la Copa.

El pívot estadounidense postula a ser el MVP de esta última jornada de la primera vuelta al lograr una valoración de 37, después de sumar 23 puntos -con 6 mates, la mayoría en el tercer cuarto-, 11 rebotes, 2 recuperaciones y otros tantos tapones. Pero lo más importante del exjugador del Maccabi de Tel Aviv y el Real Madrid fue que hizo reaccionar a los suyos. Y es que los hombres de negro llegaron a caer por 13 puntos, 41-28, durante el segundo período, y al amparo de su gran actuación, pudieron voltear el marcador.

Fischer halló el gran acompañamiento de Marko Banic en la pintura. El ala-pívot de Zadar logró 15 puntos y 5 rebotes. Ellos fueron quienes hicieron olvidar el 43-36 con el que se llegó al final de los 20 primeros minutos.

En esa primera mitad, Ebi Ere parecía imparable, logrando anotar en cada lanzamiento -más tarde, sus porcentajes caerían en picado hasta quedarse con un 5 de 17 en tiros de campo-, mientras que por parte bilbaina no había quien impusiera su ritmo.

De hecho, tras el 19-15 del primer cuarto, las cosas se pusieron muy feas para los de Katsikaris. El ex de Bruesa GBC Bernard Hopkins reverdecía viejos laureles -acaba de cumplir 39 años- con varios «dos más uno», que rompían el partido hasta el citado 41-28.

Una técnica a Deron Washington fue el primer paso para el cambio de tendencia. Varias canastas de Grimau, el ritmo adecuado que supo imponer Raül López y varias canastas del dúo Banic-Fischer hicieron que Bilbao Basket llegara vivo al descanso, aunque todavía hubiera mucho que remar.

Abusando del juego interior

A partir del receso, Fotis Katsikaris decidió cargar el juego al interior. Con Raül López y Alex Mumbrú como directores de orquesta -con 6 asistencias, el alero fue el mejor intermediario en esa tarea-, «cebaron» de balones a Fischer y Banic.

Visto lo visto, la idea del técnico bilbaino resultó muy atinada, ya que mediado el tercer cuarto los hombres de negro disfrutaban de su primera renta, 50-52, tras un parcial de 2-11, con los puntos escrupulosamente repartidos entre Banic -5- y D'Or Fischer -6-. El último cuarto arrancaba con una mínima ventaja vizcaina 54-56, tras la primera canasta de Vasileiadis, que volvió a pecar de irregular ante sus excompañeros.

Lo más difícil ya estaba hecho. La última ventaja galaica fue en el 58-56, tras canasta de Junyent. Los de Katsikaris replicaron con un parcial de 0-13, con multitud de anotadores: Fischer lograría su punto 23, y Hervelle, Raül López, Vasileiadis -con cinco puntos en este lapso- y Mumbrú ejercerían de «leales escuderos» del principal protagonista.

En los últimos minutos, apareció Aaron Jackson para finiquitar el duelo con cinco puntos y unos cuantos rebotes. La rúbrica la pondría Kostas Vasileiadis, que se despidió del «Mexillón Arena» con un triple sobre la bocina desde su campo.

Con los deberes coperos hechos, ahora los hombres de negro no pueden sino esperar.