Mensaje de confianza
La Comisión Internacional de Verificación (CIV), reunida en pleno en Bilbo, hizo público ayer el informe en el que transmite un mensaje de confianza y tranquilidad sobre la vigencia e irreversibilidad de las decisiones de alto el fuego y fin de la violencia de ETA. En concreto, da a conocer que, a través de contactos directos con la organización vasca, esta le ha transmitido –como ya lo había hecho a la opinión pública del país– la firme convicción en sus propias decisiones y su compromiso de llegar hasta el final con ambas declaraciones. Los verificadores internacionales remarcan una realidad que solo intereses malintencionados más preocupados en mantener el statu quo que en aprovechar la oportunidad histórica de construir una paz duradera no quieren ver: los atentados, mortales o no, y la amenaza que llevaban implícita son una cuestión del pasado. Y dicen más todavía: aunque ETA siga siendo una organización armada y clandestina, los actos en su funcionamiento no están necesariamente relacionados con la preparación de acciones armadas.
Este informe del CIV, que ha conseguido ampliar el número de interlocutores vascos que han atendido su llamada, llega en un contexto en el que responsables del PP, con el ministro de Interior a la cabeza, no han dejado de propagar rumores y fabricar noticias en sentido contrario. A falta de razones y argumentos, irresponsablemente, anticipan algo que de sobra saben que no va a ocurrir, creyendo que ello, en sí mismo, es más efectivo y provoca el mismo impacto y la misma reacción haya o no haya realidades que sustenten esa compraventa de falsos rumores y noticias. Pero se equivocan. Y de plano.
Mejor haría Madrid en dejar de decir que la verificación es trabajo de la Policía, en mentir intencionadamente, para estar a la altura de un momento en el que es imperativo que todos actúen de forma comedida y responsable. Todos. La oportunidad de una solución escrupulosamente democrática y una paz duradera así lo exige. Y, sobre todo, Euskal Herria lo desea. Y lo merece.
