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«J. Edgar» se queda fuera de los Óscar y sigue la sequía para Clint Eastwood

Cuando Leonardo DiCaprio fue nominado al Globo de Oro como mejor actor dramático, antes de que finalmente el premio fuera a parar a manos de George Clooney, cabía alguna esperanza de que fuera nominado al Óscar de su categoría. Pero su interpretación del fundador del FBI, J. Edgar Hoover, no pasará a la antología de las mejores caracterizaciones del personaje histórico, a decir de muchos críticos estadounidenses por culpa de un desastroso maquillaje.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

No hay que tenerle miedo a la palabra decepción al hablar de Clint Eastwood y su última etapa, porque al octogenario cineasta ya no se le puede exigir el máximo rendimiento. Al ver «Gran Torino» la sensación fue la de que se podía tratar de su canto del cisne. En relación a los Óscar, no hubo la merecida recompensa para su obra maestra «Cartas desde Iwo Jima», que se tuvo que conformar con una estatuilla de orden técnico. Hay que remontarse ocho años atrás para dar con el último de sus oscarizados éxitos, que fue «Million Dollar Baby».

Aunque nunca se deben enterrar las posibilidades de Eastwood, el proyecto del biopic sobre J. Edgar Hoover tampoco prometía demasiado, teniendo en cuenta su tratamiento de los personajes históricos que aparecían en «Invictus». Lejos queda su brillante aproximación a la figura del genio del jazz Charlie Parker en «Bird». Y, además, se da la circunstancia de que nunca antes había trabajado con Leonardo DiCaprio como actor estelar. El italoamericano necesitaba una transformación física para parecerse al fundador del FBI, teniendo en cuenta los muchos intérpretes con un mayor parecido que lo han encarnado con anterioridad. DiCaprio se ha quedado sin nominación al Óscar por culpa de la poco profesional labor del equipo de maquillaje, incomprensible en una producción de la Warner con un presupuesto de 35 millones de dólares. Así no hay manera de que el protagonista pueda envejecer con naturalidad a lo largo de las cinco décadas de su mandato, al igual que sucede con Armie Hammer, que personifica a su fiel y estrecho colaborador Clyde Tolson.

A juicio de la crítica estadounidense el otro punto débil es el guión de Dustin Lance Black, quien no se ha identificado con Hoover tanto como lo hizo con el defensor de los derechos homosexuales Harvey Milk. Se ha movido en el terreno de la ambigüedad, sin atreverse a cargar contra él como se merecía.

Estreno

Dirección: Clint Eastwood.

Guión: Dustin Lance Black.

Intérpretes: Leonardo Di Caprio, Armie Hammer, Judi Dench, Josh Lucas, Dermot Mulroney, Naomi Watts.

Fotografía: Tom Stern.

Música: Clint Eastwood.

País: EE.UU., 2011.

Duración: 136 minutos.

Todos los J. Edgar del cine y la tele

Hoover asomó por primera vez a la gran pantalla en 1955, interpretado por Will J. White en la película de Mervyn LeRoy «FBI contra el imperio del crimen». Su caracterización más lograda fue la de Broderick Crawford para Larry Cohen en «Los archivos privados de Hoover» (1977). La más reciente la de Billy Crudup en «Enemigos públicos» (2009) de Michael Mann, aunque para sonada la de Bob Hoskins en «Nixon» (1995) de Oliver Stone. Kevin Dunn lo parodió en «Chaplin» (1992) de Richard Attenborough y la afroamericana Dorothi Fox en «Bananas» (1971) de Woody Allen, como la única actriz que lo ha encarnado. En la tele lo han hecho Ernest Borgnine, Jack Warden, Ned Beatty, Treat Williams, Pat Hingle, Vincent Gardenia o Harris Yulin. M. I.

 
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