El régimen sirio de Bashar al Assad ha lanzado una ofensiva contra la revuelta en el entorno de Damasco, concretamente en la ciudad de Duma, a 20 kilómetros de la capital, donde el Ejército combate contra las tropas de militares desertores. Las fuerzas opositoras tomaron brevemente esta localidad el pasado sábado, pero tuvieron que retirarse poco después. Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las fuerzas de seguridad tomaron ayer al asalto la ciudad, colocaron controles en las calles y más de 200 personas fueron detenidas.

Este grupo indicó que también se produjeron fuertes combates entre soldados y desertores en la provincia de Deraa, al sur, con al menos cuatro muertos entre las fuerzas regulares, víctimas de una emboscada a un convoy. En las últimas semanas, la lucha armada ha ido eclipsando las manifestaciones pacíficas en favor de la democracia. Algunos activistas creen que el despliegue del Ejército y los enfrentamientos en torno a Damasco demuestran que los insurgentes tienen más fuerza.

«El Ejército Libre Sirio controla casi totalmente algunas zonas de la Zona Rural de Damasco y parcialmente Duma y Harasta», aseguró a Reuters un activista desde Harasta, aunque otros activistas indicaron que las fuerzas gubernamentales ocuparon Duma, Harasta e Irbi, tras la retirada de los rebeldes, que no podían librar una guerra sin cuartel con el Ejército.

El gobernador de la Zona Rural de Damasco, Hussein Majluf, afirmó que a muchos opositores «los han engañado y acabarán volviendo al buen camino», y explicó a los observadores de la Liga Árabe que podría llegar al mismo pacto que en Zabadani, cerca de la frontera con Líbano, donde el Ejército retiró los vehículos blindados después de negociar una tregua con los rebeldes que la ocupaban.

Además de la ofensiva militar, el régimen movilizó a decenas de miles de seguidores en Damasco y en otras ciudades, que tomaron las calles, con banderas sirias y retratos de Al Assad. Las manifestaciones rechazaron cualquier injerencia extranjera, especialmente el plan de la Liga Árabe para acabar con el conflicto, con lemas como «Nunca un pueblo dirigido por Bashar será vencido» o «Todos somos Bashar, todos revolucionarios».

Por su parte, los militantes opositores llamaron a manifestarse hoy por «el derecho a la autodefensa».

Al menos 43 personas murieron ayer, entre ellas diez niños, según grupos opositores, sobre todo en ataques especialmente intensos en la ciudad de Homs.