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El informe de los verificadores avala el proceso y desmonta los recelos del PP
La Comisión Internacional constata que la decisión de ETA es «irreversible» a partir de sus contactos directos con la organización y los datos aportados por los agentes vascos. En su visita recalcan su satisfacción y saludan el resultado de las reuniones de trabajo, a las que se ha sumado el PSE. El CIV indica a ETA que llevar armas conlleva riesgo potencial.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La Comisión Internacional de Verificación considera que tanto el alto el fuego decretado el 8 de enero de 2011 como el anuncio del fin definitivo de su actividad armada del 20 de octubre «forman parte de un proceso irreversible y que ETA no tiene intención alguna de cometer u organizar actos de terrorismo o de violencia en el futuro». La conclusión del CIV viene avalada por sus reuniones con partidos y agentes sociales y, sobre todo, por los «contactos directos» que anuncia que ha tenido con la propia ETA.
Como explicara también la víspera el consejero de Interior del Gobierno de Lakua, Rodolfo Ares, los verificadores dan cuenta de que ETA «sigue siendo una organización armada y clandestina», lo que conlleva que realice actuaciones dirigidas al mantenimiento de su estructura. Señalan que «sigue cometiendo actos ilegales como la falsificación de documentos y el mantenimiento de arsenales». Pero aclaran que «a pesar de que estos actos son ilegales, no están necesariamente relacionados con la preparación de actos violentos».
La Comisión Internacional de Verificación hace público que «ha comunicado a ETA que la posesión continuada de armas y explosivos, especialmente llevar armas personales, puede dar lugar a situaciones potencialmente peligrosas».
En cualquier caso, los verificadores dejan claro que, «a través de contactos directos, ETA ha asegurado a la Comisión que está comprometida con ambas declaraciones: el alto el fuego de enero de 2011 y el cese definitivo de la actividad armada de octubre del mismo año».
El PSE se suma a las reuniones
Los componentes de la Comisión Internacional de Verificación han celebrado un encuentro en Bilbo durante los días de anteayer y ayer, con solo una ausencia, en el transcurso del cual se han reunido con partidos y agentes sociales, tanto por separado como con todos ellos a la vez en una cita plenaria.
En el informe se especifica que en los contactos han participado «partidos políticos (PSE-EE, PNV, partidos de la izquierda abertzale); sindicatos (UGT, CCOO, ELA, LAB); asociaciones empresariales (Confebask); representantes de la Iglesia; y autoridades del País Vasco».
La novedad de este listado es que el PSE se ha sumado a los encuentros de forma oficial. El partido no participó en la ronda en la que se anunció la creación de la Comisión Internacional de Verificación el pasado 28 de setiembre. También cabe resaltar la mención a «autoridades del País Vasco», que según algunas fuentes haría referencia a una representación del Gobierno de Lakua.
Entre la creación de la Comisión en setiembre y las reuniones de estos días, varios verificadores «han acudido al País Vasco para recabar información sobre la situación y hacer un seguimiento de la misma», según se explica en la nota.
En las reuniones celebradas el miércoles y jueves, los miembros del CIV «han recibido información de que han cesado los asesinatos, atentados, agresiones, amenazas y extorsiones».
También recogen en su escrito que además les han informado «sobre temas que consideramos que no están relacionados directamente con el alto el fuego. Por ejemplo, se han producido incidentes aislados de desórdenes de tipo kale borroka, que han sido rechazados por todos los partidos políticos del País Vasco».
La Comisión Internacional de Verificación anuncia a su vez que «toma nota de cuestaciones realizadas a favor de los familiares de los presos. En este momento delicado es imperativo que todos actúen de forma comedida y responsable».
Los verificadores afirman que han «establecido relaciones de trabajo positivas en el País Vasco que desea seguir ampliando». Y anuncian que «la Comisión continuará trabajando con determinación e imparcialidad con el objetivo de contribuir a esta oportunidad histórica de una paz duradera en el País Vasco».
PNV, Alternatiba y PP
Una vez que la Comisión Internacional de Verificación hizo oficial en la tarde de ayer su presencia en Euskal Herria y el contenido de su informe, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, manifestó que «el rigor y la seriedad del trabajo desarrollado por la CIV refuerzan nuestro optimismo sobre la irreversibilidad del proceso de pacificación, dando coherencia y sentido a las informaciones propias que al respecto disponía EAJ-PNV».
Urkullu afirma, a través de una nota, que ha felicitado a la Comisión por «haber conseguido ampliar» el número de sus interlocutores y muestra su confianza en que «en el tiempo más breve posible, todas las formaciones políticas vascas reconozcan y participen de su gestión».
También Alternatiba valoró muy positivamente el informe del CIV. Su portavoz, Oskar Matute, destacó que los verificadores «constatan lo que para la mayoría de la sociedad vasca es una evidencia que, por desgracia, el ministro de Interior, Jorge Fernández, Díaz no comparte: que la decisión de cesar la lucha armada por parte de ETA no tiene vuelta atrás».
Desde Madrid, Antonio Basagoiti (PP) recurrió al discurso fácil: «No hay mejor verificación que ETA destruya sus armas y se ponga a disposición de la Justicia. Eso sí que es verificable y va a misa».