No sé si se debe a su permanencia en Lehman Brothers o a su formación ideológica, que supongo extremadamente conservadora, pero el hecho es que al ministro de Economía, Sr. Guindos, le estorban las autonomías y otros gobiernos locales, como diputaciones y ayuntamientos. Ahora ha decidido que si en el año 2020 esas instituciones no entran en déficit cero e insisten en el déficit serán intervenidas por el Gobierno de Madrid, para lo cual se hará una dura modificación constitucional. Es decir, si uno aplica la debida prospectiva, llega a la conclusión de que volverán los antiguos gobernadores civiles, que gobernaban en muchos casos con guante de hierro y de acuerdo con las instrucciones del Ministerio de la Gobernación. Recordemos que estos altos funcionarios políticos eran designados por el poder central con el fin facilitar la vida a los amigos inservibles -por ejemplo los gobiernos civiles de Soria o Zamora- o para dejar en manos de un caballero enérgico las represiones que fueran necesarias en provincias -por ejemplo, el nombramiento del general Martínez Anido para acabar con las huelgas de Barcelona mediante la ley de fugas, que sería la aprobada por muchos españoles que ahora se relamen con la instauración de la cadena perpetua por el Sr. Gallardón, ministro de Su Majestad-. Conste que a mí me parecen absurdas las autonomías españolas, ya que a esas les basta con un buen gobernador civil que tenga mano en Madrid, pero sospecho que el Sr. Guindos pensará, como la vicepresidenta y el mismo Sr. Rajoy, en naciones históricas como Euskadi y Catalunya. O sea, en el fondo se trata de restaurar la Restauración. Gobernadores y guardias civiles. ¡A ver dónde está ese pavo!