Miles de catalanes salen a la calle en cotra de los recortes de CiU y PP
Las cuatro capitales del Principat fueron escenario de multitudinarias manifestaciones en contra de los recortes aplicados por CiU y PP. El matrimonio de la derecha catalana y española quedó de manifiesto con la participación del PSC, ERC e ICV-EUiA en la movilización.
Beñat ZALDUA | BARCELONA
Pese a que la lluvia y el frío intentaron boicotear, como suele ser habitual, una manifestación reivindicativa, las calles de Barcelona se llenaron ayer de proclamas en contra de los recortes que CiU quiere aplicar en los presupuestos de este año con el apoyo del PP. Los miles de manifestantes estuvieron divididos en dos grandes bloques: El Fòrum Social Català (FSCat) y la plataforma Prou Retallades (Basta de recortes).
La de ayer fue también la primera gran manifestación contra el Govern en la que participaron todos los partidos políticos del tripartit -PSC, ERC e ICV-EUiA-, después de comprobar, la semana anterior, que el PP es el único socio con el que CiU quiere negociar los presupuestos.
Encabezada por el FSCat con el lema «No a la dictadura financiera. Paremos los recortes», la manifestación salió a media tarde de la plaza Catalunya para recorrer las calles del centro de la capital del Principat hasta las puertas del parque de la Ciutadella, donde se sitúa el Parlament. Tras la cabecera, la manifestación se convertía en una pasarela de tendencias ideológicas de izquierdas y luchas en marcha, en la que los uniformes de los bomberos se mezclaban con las reivindicaciones de los abuelos de Bellvitge -que luchan por un Centro de Atención Primaria- o las profesoras de las guarderías municipales, que el día anterior ocuparon el Institut Municipal d'Educació de Barcelona. Desde las filas de UGT y CCOO, firmantes esta misma semana del pacto con la patronal, sorprendía la apropiación de lemas característicos del movimiento de los indignados, como el ya clásico «no hay pan para tanto chorizo». Al contrario de la convocatoria de la plataforma Prou Retallades -en la que se incluyen los grandes sindicatos-, la convocatoria del FSCat tenía permiso para entrar en el parque y finalizar la movilización a las puertas del Parlament, pero antes de que llegasen los manifestantes, las autoridades cerraron los accesos sin previo aviso, por lo que la manifestación se desconvocó a las puertas del parque, después de que el economista y activista Arcadi Oliveres leyese el manifiesto en contra de los recortes.
Mientras la izquierda se manifestaba en contra de los recortes, el president de la Generalitat, Artur Mas, prepara su primera reunión con Mariano Rajoy desde que asumió la presidencia del Gobierno español. El encuentro se celebrará el 1 de febrero y, según el portavoz del Govern, Francesc Homs, hablarán de «la cuestión económica, la estabilización de las finanzas públicas y las medidas de reactivación de la economía». La única petición de Mas a Rajoy será la de resolver el impago de 759 millones de euros que el Estado debe a la Generalitat.
Pese a que el soberanismo es una de las palabras más utilizadas en la ponencia política de CiU para su próximo Congreso en marzo, no parece que Rajoy tenga que sufrir mucho las reivindicaciones nacionales de Mas, ya que no tiene previsto plantear el ansiado pacto fiscal hasta final de año, como pronto. En dicha ponencia se insiste en la todavía poco definida idea de «transición nacional» y se rechaza, tal y como pide ERC, un referéndum sobre el tema del pacto fiscal antes de negociarlo con el Estado. Mas parece tener claro que no es el momento de plantear el pacto fiscal, ya que el PP no tiene necesidad de su apoyo en Madrid. De hecho, la situación se ha girado y ahora es CiU la que requiere el constante apoyo del PP en la Generalitat y en el Ayuntamiento de Barcelona para aprobar los recortes. B. ZALDUA
A diferencia de lo ocurrido en Girona y Tarragona, los dos grandes sindicatos no aceptaron en Barcelona una manifestación unitaria sin siglas, por lo que la movilización se acabó dividiendo en varios bloques.