Justo siete días después de que en Logroño pareciera tocar fondo con una total falta de confianza y hasta 9 remates que se le fueron fuera, casi todos a la contracancha, Oinatz Bengoetxea firmó ayer en el Labrit una genial actuación con la que además de obrar ese milagro que parecía derrotar a Irujo-Barriola, firmó también una de sus mejores actuaciones personales. Perfectamente acompañado por un Alexis Apraiz que además de defender soltó su derecha de lo lindo, el de Leitza llegó a desesperar a Irujo con su excelsa defensa y una suerte de bellísimos remates de todas las facturas con los que consiguieron su tercera victoria del Parejas.

Y eso que el arranque de partido no fue nada halagüeño para los intereses de la pareja de Asegarce. Irujo salió mandón, Barriola acertó desde el primer tanto a arrimarle la pelota a la pared a Alexis Apraiz y los azules se fueron enseguida 6-1 en el marcador, para desesperación de los corredores, que no encontraban a nadie dispuesto a saltarse la banca jugando su dinero por debajo.

Lo hubieran hecho en caso de haber confiado en un Bengoetxea VI al que, a pesar de acumular la mitad de sus errores en este arranque de partido, se le veía con ganas de enredarse en un cuerpo a cuerpo con Irujo, un rival al que suele atragantársele con cierta regularidad.

Fue el propio delantero de Ibero el que, con una serie de errores, alguno de ellos claro, fue dando vida y confianza a una pareja que arrancó algo fría pero que fue metiéndose en el partido. Una pelota de vuelo permitió a Alexis Apraiz pasar a dominar a un sobrio Barriola y, de paso, comenzar a cambiar el guión del partido.

De hecho, un pelotazo suyo al rebote después de que Oinatz rompiera a sus rivales, dio inicio a un parcial de 10-0 con el que los colorados se hicieron con el mando del partido. La confianza y la efectividad de los remates de los delanteros se intercambiaron; Irujo era al que se le escapaban los remates fuera o bajo chapa, mientras que las paraditas en el txoko y las dos paredes del de Leitza pasaron a ser inalcanzables.

Plan B

Pero una gran actuación personal no es suficiente para ganar a una pareja como la de Irujo-Barriola que, ante las adversidades, decidieron poner en marcha un plan B. Incapaces de retomar el control en los cuadros alegres, sometieron a un asedio a Alexis Apraiz, que se defendió a la perfección, ya fuera de aire, de zurda o de sotamano. De esta manera, los azules lograron volver al partido y acercarse 16-15, pero ahí, al contraataque, apareció el mejor Oinatz en tiempos y los fulminó a base de remates de todo tipo.