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La nanotecnología avanza en el tejido industrial vasco

En Euskal Herria, las nanotecnologías son cada vez más utilizadas, especialmente en industrias punteras como la automoción o la electrónica. Graphenea, GKN Driveline y Maier, que exponían sus experiencias esta pasada semana en Donostia, confirman que la investigación de lo pequeño da buenos resultados ya que, por ejemplo, permite obtener nuevos materiales para fabricar piezas más resistentes, pero también para simplificar los procesos productivos.

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Iraia OIARZABAL | DONOSTIA

El CIC nanoGune celebró el pasado martes su segundo taller nanoBussines, cuyo principal objetivo se centró en exponer los beneficios de la nanotecnología en el ámbito empresarial. Para ello, los asistentes compartieron experiencias y dudas que llevaron finalmente a una clara conclusión: la nanotecnología ofrece infinidad de ventajas y oportunidades para mejorar sus productos. Las empresas Graphenea, Maier y GKN Driveline dieron muestra de ello.

Es difícil imaginar cómo una ciencia que trabaja con materias a escala tan pequeña puede influir en tecnologías tan extensas como la automoción, la electrónica o la farmacéutica. Y es que la nanociencia se ocupa del estudio de materias de muy pequeñas dimensiones. Para poder hacer una aproximación más exacta, un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro, o la millonésima parte de un milímetro.

Por ello, uno de los factores que han hecho posible que la nanociencia se haya convertido en un campo científico cada vez más relevante es la disponibilidad de nuevos instrumentos capaces de percibir a esta escala dimensional.

En Euskal Herria, las tecnologías nano son cada vez más utilizadas, especialmente en las industrias de la automoción o la electrónica, y aunque desde el CIC nanoGune afirman que aún queda mucho por descubrir, Grapehenea, Maier y GNK Driveline pueden asegurar que la ciencia de lo nano da buenos resultados.

Tres experiencias alentadoras

Graphenea es, entre estas tres empresas, la que mayores avances ha logrado mediante la nanociencia. Comenzó su andadura en el mismo CIC nanoGune, trabajando e investigando sobre un novedoso material: el grafeno. Dicha materia, que puede encontrarse por ejemplo en la mina de un lápiz, fue descubierta en Suiza en el año 2004 y a partir de ella lograron obtener una lámina del espesor de un átomo.

Atraídos por las propiedades del material y los avances tecnológicos que podría suponer, Graphenea empezó a investigar sobre ello. Su fundador, Jesús De la Fuente, afirma que es un material que abre muchos caminos. «Es el mejor conductor térmico y es más fuerte que el acero», añade.

Con la ayuda de las infraestructuras del CIC nanoGune y gracias a un «fuerte» capital humano, en 2010 Graphenea empezó a comercializar sus productos, generalmente relacionados con la electrónica y la automoción a empresas de renombre como Nokia, Nissan o Toyota, la mayoría ubicadas en Japón, para sus departamentos de I+D+i.

La multinacional GKN Driveline también trabaja en el sector de la automoción. Concretamente comercializa cintas homocinéticas y transmisiones para vehículos. En lo referente a la nanociencia, Alex Roteta, miembro del departamento de ingeniería, explicó que están en fase experimental. Dentro del proyecto Disauto, trabajan con acero nanoaleado con el objetivo de mejorar el producto eliminando tratamientos térmicos adicionales y optimizando la estructura y la resistencia.

El grupo Maier centra su actividad en la automoción, pero en este caso orientado hacia la decoración. Jabier Sobrado, trabajador del departamento de I+D, explicó que elaboran «piezas de plástico bonitas», como salpicaderos o tapacubos. Para mejorar los resultados están experimentando con la nanotecnología y afirman que en la fase experimental han obtenido resultados «espectaculares».

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Jabier Sobrado, del grupo Maier, explicó que aunque los resultados en el laboratorio son positivos, han encontrado dificultades a la hora de aplicar la nanotecnología en el proceso de producción debido a la falta de adaptación de la maquinaria, lo que entorpece la mejora del producto final.

Un amplio abanico de programas de investigación

Dentro de los programas «nanoBussines», el CIC nanoGune cuenta con una amplia oferta para que los investigadores interesados en nanociencia y nanotecnología puedan desarrollar sus ideas. Su principal objetivo es «trasladar y poner al servicio del tejido empresarial los resultados de la investigación de lo pequeño para extraer un rendimiento tecnológico que se traduzca en la creación de nuevos productos y procesos e impulse la creación de nuevas empresas más eficientes».

En este sentido, recientemente ha lanzado dos programas bajo los títulos Ideas y Talent. El primero de ellos ofrece a las empresas la posibilidad de que directivos, investigadores y técnicos de sus plantillas desarrollen una estancia temporal en nanoGune. El fin es que la empresa saque provecho de las instalaciones y las tecnologías del centro para «enriquecer y desarrollar su proyectos». El centro también obtendrá beneficios a partir de este programa, ya que conocerá nuevas ideas y visión de mercado.

El programa Talent ofrece la posibilidad de que jóvenes investigadores que se forman en nanoGune puedan incorporarse a las empresas que trabajan con el centro, algo similar a un programa de prácticas. Así, la empresa saca partido de los conocimientos e ideas de los investigadores mientras estos adquieren experiencia.

Desde nanoGune apuntan que la nanotecnología ofrece infinidad de oportunidades de negocio y creen que mediante la convergencia de sectores «se puede llegar a un nuevo sector industrial, una nanoindustria, que puede ser, además, clave para el desarrollo sostenible». I.O.

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