Patagonia Actividad
Apertura en libre, a vista y limpia en la este de la Aguja Guillaumet
El sud-tirolés Simon Gietl y el suizo Roger Schäli abren en estilo alpino «Let´s get wild», una línea de 600 metros con dificultades máximas de 7a en roca y secciones de hielo de hasta 90º. Necesitaron dos días para escalar la línea que califican de bastante expuesta.
Andoni ARABAOLAZA
Las actividades que se están desarrollando en las paredes de la Patagonia argentina están que echan humo; algunas, además, con duras polémicas en su seno. Las trataremos, pero antes os traemos a estas páginas una aportación que se encuentra fuera de controversias y de la que ha querido informar a GARA uno de sus protagonistas.
Nos referimos al suizo Roger Schäli, quien junto al sud-tirolés Simon Gietl ha realizado una gran apertura en la cara este de la Aguja Guillaumet. Concretamente se trata de la nueva vía «Let´s get wild». 600 metros de recorrido para una propuesta muy interesante desde todos los puntos de vista. Sí, entre otras cosas, porque se trata de una apertura dura y expuesta con dificultades máximas en roca de 7a y secciones de hielo de hasta 90º. En términos generales, podemos adelantar que es una ruta casi enteramente en roca. Y a la dureza y exposición de la escalada hay que añadir la filosofía con la que se ha escalado: en libre, a vista, limpio (sin ningún parabolt) y en estilo alpino.
Gietl y Schäli, dos alpinistas de exquisita calidad, que cuando se atan la cuerda dan de qué hablar. Ya en la temporada de 2009 esta cordada dejó su sello en las paredes de Patagonia abriendo una nueva ruta en la cara este de la Aguja Poincenot. Tal y como nos ha adelantado Schäli, en esta última actividad, apostaron por la Guillaumet por una razón muy simple: «Nos encontramos con una línea que parecía muy lógica, y nos motivamos para intentarla en libre. Yo diría que se trata de una línea compleja con duras y difíciles fisuras. Aparte del hielo vertical que escalamos, tenemos que añadir que se trata de una línea muy expuesta, ya que nos resultó muy complicado protegernos en muchas de las secciones de la vía. En mi opinión este arte de escalar es el futuro, y es realmente lo que me motiva. Es decir, abrir y escalar a vista, en estilo alpino, sin la utilización de parabolts y en un entorno aislado».
La nueva línea de estos protagonistas sigue un espectacular y expuesto sistema de fisuras por la derecha de la vía «The Gambler» que Topher Donahue y Jared Ogden abrieron en 2001. Para la apertura, aparte de una pequeña ventana de buen tiempo, necesitaron dos días de escalada: «El primer día escalamos las cuatro primeras tiradas, y fijamos nuestras cuerdas. Estuvimos tres semanas en Patagonia, y solo tuvimos dos ventanas de buen tiempo. Y ya se sabe, cuando llegan esos periodos hay que salir a la carrera».
Adelantábamos que la nueva ruta de Gietl y Schäli es casi enteramente en roca; solo el penúltimo largo discurre por un tramo de hielo de 90º. El propio alpinista suizo nos afirma que antes de ir a Patagonia estuvieron entrenando en unos de los paraísos de la escalada en fisuras: «Fuimos a Indian Creek (Utah, Estados Unidos); para mí seguramente la mejor zona de escalada en fisuras de todo el mundo. Queríamos ponernos a tono, ya que en Patagonia el mal tiempo es el que manda, y cuando llega una pequeña ventana de buen tiempo hay que correr. Llegamos a El Chaltén, y tan pronto nos llegó el buen tiempo, en seis horas nos pusimos en la base de la Aguja Guillaumet. Simon tomó el liderazgo en esta primera parte, intentando evitar la rimaya que daba acceso a la pared. Una vez puestos en marcha, le dije a Simon que lo íbamos a intentar en libre y a vista. Después de realizar dos rápeles llegamos al vivac de Paso Superior».
Tiradas expuestas
La mente de los dos alpinistas ya estaba centrada en los 600 metros de pared que tenían por delante. El sol daba fuerte a la línea que habían elegido, y tanto el hielo y la nieve que se derretían complicaban el desarrollo de la escalada.
Llegan a la sétima tirada de la ruta, y, tal y como confirma Gietl, se encuentran ante una super fisura expuesta: «Roger queda hechizado con esa sección, la supera y seguimos adelante hasta encontrarnos con otra espectacular fisura que recorría un pequeño techo. Una vez más, Roger, con mucha maestría y con un valor hasta el límite, la superó. Luego seguimos un diedro fisurado muy vertical, y esto, de nuevo, exigió a Roger escalarlo con mucha concentración y coordinación. Feliz, pero muy cansado, llegamos hasta la siguiente reunión».
Turno para Gietl quien encabeza un largo por debajo de un expuesto desplome que atraviesa a una fisura horizontal. Dejan la roca al lado, y para terminar Schäli escala un vertical muro de hielo sin caerse. Ya sin dificultades, la cordada hace cima en la Aguja Guillaumet, tras abrir una vía de 600 metros (7a, 90º) a vista, en estilo alpino, en libre y sin expansivos.
Llega el tiempo de las conclusiones: «Cuando llegamos a la cima nos embargó un sentimiento de felicidad que coincidió con las últimas luces del día. Entonces nos dimos cuenta que habíamos logrado lo que tanto habíamos soñado y para lo que nos habíamos entrenado tanto. Escalar y abrir una vía en una pared increíble como lo hemos hecho es simplemente fantástico. El único pero de «Let´s get wild» es que su majestuoso y vecino Fitz Roy lo hace parecer todo relativamente pequeño. Si esta ascensión se hubiese realizado en el Fitz Roy se consideraría un hito del alpinismo, pero no es así; por lo que solo queda esperar que en el futuro se sepa apreciar».
Simon Gietl y Roger Schäli firman «Let´s get wild» en la cara este de la Aguja Guillaumet. Apertura realizada en libre, a vista, en estilo alpino y sin la utilización de ningún parabolt.