Iñaki LEKUONA Periodista
Mejor ignorar
Una de las políticas aplicadas por París respecto a la periferia del Estado, ha sido la de mejor ignorar. Una ignorancia que a veces ha sido inconsciente, provocada por ese afán centralista que le impide elevar la mirada más allá de la capital. Pero otras, esa ignorancia ha sido una respuesta consciente, como la que ha venido dando a la demanda institucional vasca desde hace más de dos siglos, como si no existiera. Ese desdén, acompañado de alguna concesión graciosa como la creación de un «Pays» Pays Basque, de un Consejo de Desarrollo o de una Oficina Pública del euskara, le ha bastado hasta ahora. Sobre todo porque, localmente, París había encontrado en los máximos representantes políticos vascos sostén político a su ignorancia.
Pero algo ha cambiado. De pronto, discursos impensables hace años en electos conservadores o centristas vascos se escuchan en París en boca de un diputado como Jean Grenet y de un senador como Jean Jacques Lasserre, el primero defendiendo el acercamiento, el segundo una implicación francesa en la resolución de la cuestión vasca. Es cierto que en París estas voces son pequeñas y que apenas tienen eco, pero en cierta manera supone un punto y final a la estrategia que se ha venido aplicando en este rincón del hexágono. Porque por vez primera, estos electos tienen un discurso que sintoniza, no con el Estado, sino con lo que demandan los tiempos.
Podría París proseguir con su política y continuar desoyendo las demandas locales, pero ahora, por lo que parece, ya no contará con sostén político en esta tierra. Si aplica inteligencia política, la República se redimirá. Si no, mejor ignorar.