El ministro iraní de Exteriores, Ali Akbar Salehi, se declaró «optimista» con la llegada a su país de una misión del Organismo Internacional de la Energía Atómico (OIEA) para inspeccionar las instalaciones nucleares.

«Somos muy optimistas sobre esta misión y el resultado del trabajo de esta delegación», subrayó.

No obstante, remarcó que no temen a las nuevas sanciones petroleras de Occidente por su programa nuclear.

Esta visita se produce en medio de una renovada tensión entre Teherán y la Unión Europea por el anunciado embargo de las importaciones de crudo iraníes. Ayer el ministro del Petróleo, Rostam Qasemi, advirtió que pronto interrumpirán las exportaciones de crudo «a algunos países», aunque el Parlamento decidió postergar este debate.