En la `aldea gala' mirandesa, no solo el druida Carlos Pouso, sino sus 37.000 habitantes ultiman la pócima con la que derrotar al Athletic de Bielsa, listos para esa batalla de Anduba en la que como recuerda Alfonso Salazar Chomon, histórico militante de la izquierda local y que regenta la Herriko Taberna situada en el casco antiguo de la ciudad, «todo puede pasar, porque son once contra once». Será ése uno de los lugares de encuentro de a buen seguro muchos athleticzales que se desplacen desde Bizkaia sin entrada, porque los habrá también. «Yo tengo amigos de Bilbao que van a venirse a la tarde para el ambiente y ver el partido en un bar», coincide en ello Javier Díez Arbaizar, presidente de la peña del Athletic de la ciudad, con casi cuarenta años de historia.

El rojo y negro son los colores con los que Miranda lleva teñidos desde la eliminatoria ante el Espayol. El sueño sigue y no acabará pase lo que pase el martes, porque luego quedará la vuelta en La Catedral. «Será muy complicado, porque con todo el respeto a los otros equipo eliminados, éste es el Athletic. No está imposible, pero sí muy complicado y está asumido, por eso se va a vivir como lo que es, una fiesta contra el equipo contra el que todos queríamos», explica el presidente de los peñistas rojiblancos.

Todos confían en los de Pouso y compañía, pero asumen la dificultad. «De nuestro lado está la moral y la afición», argumenta Javier. «El Athletic es más equipo que el Espanyol, y encima, la final la tienen ahí y no se la van a dejar ir», asume un veterano militante abertzale mirandés como es Andrés Gallego Cruz. «Lo que queremos es que pase el Mirandés, pero si no puede ser, ya está el Athletic y tan contentos», reitera.

Petición de entradas para Bilbo

Chomón, su rival en la partida de cartas en la Herriko Taberna, tiene claro con quién van, a pesar de ese corazón dividido de muchos mirandeses: «Tenemos que estar con el más débil, que es el Mirandés». Y todavía recuerda aquel cántico cuando su padre le llevaba al fútbol: «Mirandés, beti, beti, beti aurrera... No hay equipo que al Mirandés pueda derrotar...». Y es que, añade ilusionado, «parece que nadie nos puede derrotar».

Javier Díez se pasó el sábado dos horas guardando cola, junto a otros cuatro socios, para sacar una entrada más. «Nos la han pedido unos peñistas que van a venir desde Tarragona», revela. Y si las solicitudes para este primer choque son limitadas por ese aforo y esos precios elevados, lo de la demanda para la vuelta en San Mamés no tiene nombre. «Si ya está siendo una locura el partido aquí, el pueblo desbordado, no te quiero ni contar lo de las entradas para Bilbao», cuenta. «Todo el mundo quiere entradas. Tengo más de doscientas peticiones y no sabemos ni cuántas nos va a mandar la federación de peñas. Yo les he dicho que manden todas porque las coloco todas...», relata el presidente de la peña.

Mañana por la noche se vivirá una gran fiesta en Anduba. Histórica fiesta. La sintonía entre aficiones se espera que esté a la altura dado ese sentimiento festivo y no de rivalidad. Lo que es seguro es que la eliminatoria no defraudará a nadie, gane quien gane, pase quien pase.