La Real, que no había marcado en cinco de los seis partidos disputados con anterioridad en Anoeta, se reencontró con el gol en el momento más oportuno, en el inicio de la serie de enfrentamientos que tendrá en la segunda vuelta en el estadio con la mayoría de los equipos que luchan por evitar el descenso, el primer objetivo que se puede marcarse un equipo que hace dos años estaba en Segunda División y que la temporada pasada se salvó en la última jornada.

De esos rivales, el Zaragoza queda a trece puntos y los asturianos a seis y el average. La Real abrió distancias ayer sobre todos los equipos de la segunda mitad de la tabla menos el Granada y asciende hasta la duodécima plaza. Y solo quedan por delante dos equipos con presupuestos menores que el de la Real, Levante y Osasuna.

Sus 24 puntos se acercan a los 25 que tenía el equipo la pasada temporada tras 20 partidos y lo más importante es que 16 los ha conseguido en los nueve últimos partidos de Liga, con una sola derrota y una trayectoria ascendente que coincide con el final de los cambios de Montanier y la apuesta por un once joven con nueve canteranos.

Esa juventud provoca la irregularidad en el juego y la inseguridad que trasmitió en la media hora que separó el 2-1 del empate, pero el equipo ofrece más aspectos positivos que negativos y por eso tiene ahora ocho equipos por detrás.

Porque dentro del negativismo con el que algunos miran a la Real, daba la sensación de que ayer perdió en Anoeta. No jugó un buen partido, su fútbol llegó por ráfagas al inicio y al final y se benefició de las facilidades dadas por el Sporting, pero también las dio Osasuna y no se marcó ningún gol. Marcar cinco no es fácil y basta con ver que la Real no los lograba en Anoeta desde 2003, en el año del subcampeonato ante el Rayo (5-0), y en Liga desde 2004, cuando ganó en Málaga (1-5). Claro que aquel equipo costaba tres veces más que el de ahora.

Un inicio espectacular

El resultado fue abultado y no refleja los agobios y la inseguridad que trasmitió el equipo blanquiazul en la primera media hora de la segunda parte, pero tampoco deja dudas sobre la superioridad sobre un Sporting que concedió demasiadas facilidades y que a día de hoy es el segundo equipo que peor lo tiene para salvar la categoría. Preciado introdujo muchos cambios en su once para encontrar la solidez defensiva que falta a su equipo, pero para el minuto 2 ya tenía dos goles en su contra tras un inicio espectacular.

La jugada del primer gol es soberbia de principio a fin. Aranburu robó el balón en el centro del campo, combinó con Vela, que pasó a Elustondo para que de primera abriera a la banda izquierda, donde apareció Estrada para pasar a Griezmann, cuyo centro perfecto lo remató a la red Zurutuza con otros tres realistas dentro del área.

Era importante mejorar la aportación goleadora de los tres medios centros, que solo habían marcado un gol en Liga, y ayer lograron cuatro y Zurutuza se convirtió en el segundo jugador de la historia de la Liga en meter dos goles en dos minutos. El primero fue Alcañiz en 1990.

Además ayer era importante marcar primero para que el Sporting no pudiera encontrar la seguridad defensiva que le hacía falta y encajó dos en dos minutos. Seguidamente se produjo el cabezazo involuntario de Gregory a Zurutuza en el minuto 4 que cortó el ritmo del partido. Entre que se atendió a los dos jugadores y se realizaron los dos cambios hubo diez minutos en los que apenas se jugó y a partir de ahí el duelo entró en una fase en la que el Sporting tenía el balón sin inquietar y la Real jugaba sin mucha tensión.

No le ayudó la marcha del bigoleador. Markel jugó muy bien, recuperó 14 balones, pero no es un futbolista combinativo como Zurutuza y la Real perdió con su lesión la fluidez en su juego y dejó el dominio del partido a un Sporting que daba pena y que en todo el primer tiempo solo inquietó con un disparo lejano sin peligro de De las Cuevas que se marchó fuera.

La Real, con la ley del mínimo esfuerzo tuvo cuatro remates más claros por mediación de Griezmann (2), Agirretxe y Estrada. Estaba tan mal el partido para el Sporting que Preciado optó por sustituir a Nacho Cases y dar entrada en el descanso al último producto de la cantera de Mareo, Juan Muñiz.

Cambio de decoración

El 2-0 es un resultado peligroso, porque parece muy confortable, pero cuando marca el rival, como sucedió al primer minuto, éste se crece y el equipo que sentía que tenía el partido de cara acusa el golpe y le entran las dudas. Eso le pasó a la Real a partir del 2-1, que en los siguientes minutos permitió a Bilic tener dos opciones de remate y luego a Trejo efectuar un disparo a placer ante el que Bravo respondió con una parada sensacional que resultó decisiva.

La Real estaba insegura en defensa y en ataque no le duraba nada el balón, no combinaba y recurría constantemente al juego directo. Además Montanier no estuvo acertado en la lectura del partido. Carlos Vela jugaba demasiado para la galería y no apoyaba en defensa y el equipo necesitaba a Xabi Prieto para tener una referencia en el juego directo en esa banda ante un rival, Canella, ante el que el donostiarra debía ser superior.

Pero el normando no solo no ofreció una segunda referencia al equipo, sino que retiró a la única que tenía, Agirretxe. Ifrán le sustituyó, con lo cual cada despeje realista iba a parar a los jugadores sportinguistas.

Pero cuando peor estaba el partido apareció Griezmann para iniciar su buena traca final. Forzó el corner en el que Elustondo aprovechó las facilidades defensivas del Sporting y, a partir de ahí, los asturianos se fueron del partido y la Real encontró la tranquilidad y el juego que le había faltado en todo el segundo tiempo.

Jugadores como Aranburu y Griezmann, que habían estado desaparecidos y desacertados en esa fase de desconcierto blanquiazul, empezaron a entrar en juego, marcaron un gol y el azpeitiarra dio un gran centro que al ser rematado por Griezmann obligó a Juan Pablo a una gran parada antes de volver a conectar para que el de Mâcon marcara el 5-1 y festejara así su partido 100 con la Real.

Lecturas positivas

Fue un resultado abultado, pero que invita a realizar lecturas positivas. Parece que el entorno tiene sensaciones negativas con la Real y lleva una racha de 16 puntos de los últimos 27, algo muy positivo para un equipo tan joven y sin consolidar. Del equipo que empezó la segunda vuelta de la temporada pasada en Villarreal solo cuatro jugadores repitieron ayer de salida. Solo Aranburu ha jugado cien partidos en Primera y es el único jugador de campo realista de los once que han sido más de dos veces titular en los últimos partidos que supera los 25 años.

Es un equipo que está sin consolidar y va a tener altibajos y la eliminación de Copa le ha ayudado en la Liga porque si la Real hubiera jugado como el Athletic con el mismo once las dos competiciones no habría sumado los siete puntos que ha logrado en este mes importante.

Y tampoco es ningún drama que Mariga se haya vuelto para Italia y que no venga nadie. Lo que hay que esperar es que este equipo siga esta trayectoria ascendente y que en la segunda vuelta responda como ayer en los partidos ante los rivales directos para asegurarse cuanto antes la permanencia.