Botín urge al PP a aplicar reformas «dolorosas pero imprescindibles»
Emilio Botín, presidente del Banco Santander y uno de los hombres más poderosos del Estado español, instó al Gobierno Rajoy a implementar con urgencia la reforma laboral y la del sistema financiero. El banquero culpó a «los políticos» de la actual situación de crisis.
GARA | MADRID
El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, calificó de «muy positivos» los pasos que está dando el nuevo Gobierno español «en el ámbito de las reformas y de la consolidación fiscal», si bien demandó máxima celeridad para la reforma laboral y del sistema financiero. El banquero asume que serán «medidas dolorosas en el corto plazo, pero imprescindibles de cara al futuro».
Respecto a la primera, Botín reclama «una reforma profunda y de calado, que dé flexibilidad a las empresas y que establezca criterios de productividad en temas salariales. Estas son condiciones indispensables para la creación de empleo».
En cuanto a los cambios en el sistema financiero, el presidente del Santander defiende que cada entidad haga «sus propias provisiones limitando el uso de fondos públicos», y que aquellas no viables «deberían ser vendidas».
El resultado de esta criba será, a su juicio, un «nuevo entorno bancario» con entidades «más grandes, más sólidas, más eficientes y con una red de distribución más ajustada a la dimensión del negocio», lo cual «será bueno para que se restablezca el flujo de crédito». Botín recordó que ya han desaparecido muchas entidades e insistió en que hay que «seguir en esta línea, pero más rápido».
Preguntado sobre qué parte de responsabilidad tiene la banca en la actual crisis, replicó que «quien lo ha hecho mal aquí son los políticos». Botín eludió dar siglas y mucho menos nombres. Cabe recordar que, lo mismo que ayer no tuvo empacho en alabar el rumbo del Ejecutivo Rajoy, ensalzó y respaldó en su día al Gobierno Zapatero, que en sus últimos coletazos indultó al consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, condenado a tres meses de cárcel y de inhabilitación profesional por «acusación falsa».
Botín subrayó que «hay bancos y bancos», y destacó que el Santander «ha pagado sus impuestos» -si bien él y parte de su familia tuvieron problemas con la Hacienda española el pasado año por un presunto fraude fiscal- y «no ha contado con ayudas públicas».
El presidente del Santander aseguró que no se conceden más créditos en el Estado español «porque no hay demanda solvente» y lamentó haber prestado tanto capital al sector inmobiliario, aunque matizó que su exposición en este segmento de negocio es inferior a la media bancaria.
Botín anunció que el Banco Santander obtuvo en 2011 un beneficio neto de 5.351 millones de euros, un 35% menos que en 2010, si bien ello es debido a que se han reservado 3.183 millones para provisiones y saneamientos.