El Ayuntamiento de Donostia, una de las entidades fundadoras de Kutxa, aprobó ayer con los votos de Bildu y el PSE una declaración institucional en la que se pide que el Consejo de Administración de Kutxabank cuente con una composición proporcional «a la realidad política e institucional».

Ambas formaciones criticaron que PNV y PP hayan copado el máximo órgano de dirección del nuevo banco y reclamaron que se respete el consenso logrado en las asambleas de BBK, Kutxa y Vital. También denunciaron la disminución de la representación guipuzcoana en Consejo. El PNV presentó su propio texto, que fue rechazado, en el que se mostraba la «conformidad» con las designaciones.

El alcalde, Juan Karlos Izagirre, tildó de «inaceptable» el pacto PNV-PP y estimó que perjudica a Donostia. Además, calificó de «surrealista» y «anacrónico» que la extinta Hamaikabat siga teniendo representación en la asamblea de la Kutxa.

Ramón Gómez, del PP, defendió que se ha apostado por «la profesionalización y despolitización» del nuevo banco, mientras que Eneko Goia (PNV) apuntó que en este tema «no se puede tener un punto de vista provinciano».