La cementera de Lemoa, que pertenece a la compañía Portland Valderrivas, presentó a mediados de enero un expediente de regulación para el conjunto de la plantilla, 123 trabajadores, aduciendo la bajada de la producción debido a la crisis económica.

Sin embargo, el comité, compuesto por ELA y LAB, y la asamblea de trabajadores destacan que solo entienden esa decisión ante la falta de acuerdo en la discusión del convenio, «porque la empresa quiere modificar de forma sustancial las condiciones de trabajo pactadas y quiere regirse por convenios similares al resto de plantas del Estado español». Jabi Amorrortu recuerda además que la empresa ha logrado en plena crisis económica y con una reducción en la producción más de 14 millones de beneficios. Por lo tanto, a su juicio no está justificado el expediente de regulación. Hoy por la tarde, los trabajadores presentarán en el Ayuntamiento una moción para garantizar el futuro de Cementos Lemona y el empleo existente.

¿Tiene dudas de que esta empresa continúe en Lemoa?

Entendemos que no, por los números. Durante la crisis sigue dando beneficio, al contrario que en el resto. Entendemos que la planta de Lemoa no corre peligro, pero sí vemos que hay un peligro de aprovechamiento de la crisis en el grupo para aplicar las mismas medidas e igual política laboral que en el resto de empresas. Las condiciones de trabajo las hemos ganado nosotros, aunque nos dicen que no podemos ser diferentes, pero no aplican ese mismo criterio en cuanto a beneficios que hemos obtenido, incluso, en la crisis.

¿Con la adquisición de Cementos Lemona por Portland Valderrivas se han notado peores condiciones?

No. Llegaron hace unos años. En 2007 fue récord de ventas y beneficios. A partir de 2008, cuando la crisis afecta al sector cementero, es cuando se produce una bajada de producción, pero los beneficios se mantienen en esta empresa. Es cierto que el ERE de 161 días para el conjunto de la plantilla está argumentado en bajada de producción, pero oculta los enormes beneficios que ha logrado en esos tres años, hasta llegar a los 14 millones.

¿Afecta a toda la plantilla la bajada de la producción?

Sí hay una bajada de la producción, pero no supone que 123 personas -el total de la plantilla- se queden sin trabajo. La parada de hornos afecta a 20 personas y es lo que achaca la dirección de la caída de producción. Nos dicen que, a partir de ahí, está parada la empresa, pero no es así. Porque las demás instalaciones funcionan, como expedición, básculas, laboratorios, oficinas, grúas, etc. Paras la producción del horno que crea la materia prima para producir cemento. El año pasado hubo 176 días de parada del horno y no se adoptó ninguna medida. Se habló en esas paradas, pero no hubo medidas excepcionales como quieren imponer este año. A los afectados se les buscaron soluciones, que es lo que estamos dispuestos a llevar a cabo también en este momento. El problema no está en esa instalación, sino con el cierre del convenio. Plantean medidas que afectan a 20 personas, pero las extienden a toda la plantilla. Es una decisión de máximos. Piden un ERE por 161 días siendo conscientes que habrá personas a las que no les toca. No entendemos que se plantee un expediente de máximos, cuando no lo han hecho antes.

¿Cree que es un chantaje para que los trabajadores acepten las modificaciones en el convenio?

Ha coincidido en el tiempo y en las formas el anuncio del ERE del 18 de enero, justo antes de la celebración de la asamblea general de trabajadores para acordar movilizaciones. Dimos la rueda de prensa denunciando esos recortes laborales. Tuvo cierto eco entonces y ese mismo día la dirección nos convoca de cara a condicionar la asamblea posterior, para que no se hablase de movilizaciones No sabíamos qué efecto sentimental produciría en la asamblea, pero los trabajadores respondieron con ahínco a las movilizaciones y paros.

¿Siguen con los paros?

Sí. Ayer paramos y mañana (por hoy) nos concentramos ante el pleno del Ayuntamiento de Lemoa (19.00 horas). El jueves hemos convocado una asamblea de trabajadores para establecer un nuevo calendario de movilizaciones con la idea hacer paros semanales de 24 horas.

¿Cuáles son las modificaciones que la empresa quiere introducir en el nuevo convenio?

Pretende eliminar la prima de bocadillo, el contrato de relevo, primas por tóxicos, etc. El tema más grave es que nosotros tenemos por convenio que tiene que haber siempre un número determinado de contrataciones para mantener la plantilla, pero la quieren eliminar. También plantean la congelación salarial durante la vigencia convenio. Y coger días de vacaciones cuando haya problemas de producción, una cuestión, la de los días extras, que siempre se acordaba. En realidad, la pretensión de Cementos Lemona no es una reducción económica, sino limitar los derechos acumulados a través de los convenios, sobre todo el del mantenimiento de la plantilla, aspecto que en otras plantas del grupo no lo tienen.

¿En cuánto ha caído la producción?

En 100.000 toneladas, pero sabemos de buena tinta que han cerrado un importante contrato de cemento especial que se fabrica en Lemoa con una empresa inglesa. Nos dicen que el mismo llega a 40.000 toneladas, pero fuentes cercanas a la dirección nos dicen que supondrá 300.000 o 400.000 toneladas. Nos dicen que el contrato con los ingleses no está firmado, pero lo están demorando ante la falta de acuerdo con el convenio. También nos dicen que podría producirse en otra planta, pero somos nosotros los que lo tenemos desarrollado.

¿Les respalda el pueblo de Lemoa?

Hago un llamamiento al pueblo para que acepte nuestras revindicaciones. Debemos recordar que siempre se ha tratado bien a la empresa en todos los ámbitos, pero en este momento Cementos Lemona está poniendo en cuestión esa buena voluntad que ha habido, también desde el propio Ayuntamiento.