Romney esperaba consolidar su condición de favorito en Florida
El candidato del establishment republicano, Mitt Romney, puso toda la carne en el asador -millones en propaganda, ataques sin piedad a su rival y guiños a las diásporas cubana y portorriqueña- para apuntalar su anunciada victoria ayer en las primarias de Florida. Su contrincante, Newt Gingrich, buscaba apoyos de otros candidatos en liza para seguir en carrera.
GARA | TAMPA
El multimillonario y candidato del establishment del partido republicano, Mitt Romney, esperaba dar un fuerte empuje a su candidatura con una victoria en Florida, el cuarto estado con mayor población de la Unión y que aportará a la Convención del Old Party 50 delegados en exclusiva para el ganador.
Romney tenía el favor de las encuestas, que le auguraban entre 11 y 15 puntos de ventaja respecto a su principal rival, Newt Gingrich. Una distancia que le daba la suficiente tranquilidad como para mantener su agenda vacía a escasas horas de que se abrieran los colegios para las primarias -se limitó a asistir a un encuentro con jubilados en la localidad de The villages (centro de Florida), con los que entonó la canción patriótica «America the beautiful».
Por contra, Gingrich, quien ha visto cómo su estela -que se encendió tras su triunfo en Carolina del Sur- ha ido perdiendo gas, apuró hasta el último momento con cuatro reuniones electorales.
El repunte de las posibilidades de Romney tiene sin duda que ver con el hecho de que ha inundado las radios y televisiones de Florida con propaganda electoral (15 millones de dólares). Teniendo en cuenta que los spots publicitarios en ese estado son comparativamente mucho más caros que en Carolina del Sur o en New Hampshire, la inmensa fortuna del aspirante del establishment ha sido una ventaja -y un triunfo le puede aportar más donantes-.
A ello hay que sumar que el equipo de Romney ha cambiado de estrategia y ha pasado a la ofensiva arremetiendo con dureza contra su rival y presentando un perfil muy al gusto del electorado conservador -familiar, anti-aborto...-.
Tampoco le ha ido a la zaga a Gingrich a la hora de propugnar una política de dureza respecto a Cuba -del gusto de parte de la diáspora, la más extremista, que vive en Miami-. A ello hay que sumar que destacados políticos republicanos originarios de Puerto Rico -en Florida viven 800.000 portorriqueños- han hecho campaña a favor de Romney.
Este último decidió además contratar para su campaña a la consultora de origen cubano Bertica Cabrera Morris, en un intento de hacer olvidar sus recetas anti-inmigración -defiende devolver a los sin papeles a sus países de origen- para cubrir el decisivo flanco hispano.
El ultracatólico Rick Santorum rechazó el llamamiento de Gingrich para que se haga a un lado en la carrera. Este último ya ha recibido el apoyo de importantes sectores del Tea Party.