Mila Elorza, Kepa Olaiz Representantes de AHT Gelditu! Elkarlana y de la Coordinadora de plataformas populares contra la incineradora, respectivamente
Por la paralización de las grandes infraestructuras en Gipuzkoa
Denunciamos la campaña lanzada a favor de todo tipo de infraestructura de elevado impacto ecológico, y coste económico y social
Movimientos sociales y colectivos que venimos trabajando desde hace años en oposición a diferentes proyectos y agresivos planes de infraestructura, nos hemos unido para impulsar una dinámica de movilización que culminará el 4 de febrero con una manifestación por la paralización de las grandes obras de infraestructura en Gipuzkoa. Esta iniciativa surge para impulsar la presión y la movilización popular al objeto de paralizar los macroproyectos que inciden sobre nuestro castigado territorio, y para abrir un período de reflexión por una cambio del modelo de desarrollo, en la medida en que entendemos que estas contestadas infraestructuras no solamente nos afectan a unos y a otros aisladamente, sino que en su conjunto conforman un modelo de desarrollo que debe cuestionarse.
En todos los países se ha reabierto el debate sobre el futuro de las infraestructuras, obligado por la crisis económica y la falta de recursos para responder a una infinidad de necesidades sociales. Al mismo tiempo, los cambios institucionales han quebrado en Gipuzkoa el consenso institucional hasta ahora firmemente establecido sobre las grandes infraestructuras. Nos encontramos por tanto ante la posibilidad de iniciar el debate social que nunca se dió con el fin de acometer un profundo cambio del modelo de desarrollo actual.
Sin embargo, la reacción de la clase política acomodada en las políticas desarrollistas tradicionales no se ha hecho esperar. A este respecto, denunciamos la feroz campaña de presiones políticas y mediáticas lanzada en los últimos meses en Gipuzkoa a favor de todo tipo de infraestructuras de elevado impacto ecológico, y coste económico y social (TAV, incineradora, superpuerto de Jaizkibel, plataforma logística de Oiartzun-Lezo-Gaintxurizketa, Metro de Donostialdea, ampliación del aeropuerto de Hondarribia, macrocárcel de Zubieta, etc.).
Esto pone en evidencia que determinados cargos políticos pretenden impedir políticas de cambio y seguir manteniendo la presión destructiva sobre el territorio, acudiendo, en tanto que firmes sostenedores de los intereses económicos y privados creados en torno al fabuloso negocio de las infraestructuras, a la política de hechos consumados, para tratar de colar sus megaproyectos. Ante esta situación, la responsabilidad que nos corresponde como organismos populares es la de actuar con independencia y determinación, impulsando la movilización y la contestación popular por la paralización de estos proyectos y por un profundo cambio del modelo social. En cualquier caso, sería equivocado creer que las respuestas están todas en las instituciones, porque los logros, si finalmente se concretan, serán a nuestro entender fruto fundamentalmente de la toma de conciencia y del esfuerzo de la población.
Por ello, llamamos a reunir la máxima participación popular en la manifestación organizada el 4 de febrero en Donostia con el lema: «Por un cambio del modelo social para una Gipuzkoa diferente: ¡Paralización de las grandes infraestructuras!», ya que la presión social es, junto con el trabajo constante de los diferentes colectivos, la única forma de poder alcanzar nuestro objetivo.