NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
La izquierda abertzale saluda la propuesta de Eguiguren
Destaca que la fórmula del presidente del PSE «recoge las claves para la resolución del conflicto político: el reconocimiento nacional y el del derecho a decidir». Lokarri destaca también como imprescindible abordar el diálogo político. El GIC, que impulsa ese carril, está en Euskal Herria.
Ramón SOLA | DONOSTIA
Transcurridos tres meses desde el cese definitivo de la lucha armada de ETA, en los que la cuestión de las consecuencias del conflicto (presos, víctimas...) ha acaparado el debate público, el otro carril pendiente -el político- emerge esta semana con dos elementos nuevos sobre la mesa. Por un lado, la impactante intervención del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, anteayer en el Fórum Europa, donde defendió que habrá que alcanzar un nuevo acuerdo político que dé pie a lo que denominó como «Constitución vasca». Y por otro, la visita hoy del Grupo Internacional de Contacto (GIC), liderado por Brian Currin, que se dotó como misión principal del impulso a ese diálogo político resolutivo, diálogo que figura también en la Declaración de Aiete, en su cuarto punto.
La agenda del grupo que lidera Brian Currin prevé reuniones con todos los partidos excepto el PP. Su anterior cita conocida se produjo el 6 de diciembre en Londres. En principio se trata de una ronda de contactos discreta y no está claro que vaya a dar lugar a algún comunicado o posicionamiento nuevo.
Lo que sí ha dado que hablar, y mucho, es la propuesta de Eguiguren, cuyas opiniones tienen habitualmente el efecto de agitar y anticipar debates que en un principio suscitan fuertes críticas, pero tiempo después se instalan con más normalidad en la escena política vasca.
Tras los desmarques de compañeros del PSOE -a diferentes niveles- y las críticas de PP y UPN, la propuesta de Eguiguren fue puesta en valor ayer por la izquierda abertzale. En una rueda de prensa ofrecida en Donostia, Maribi Ugarteburu afirmó que el planteamiento del presidente del PSE tiene «importancia», ya que «consideramos que es una fórmula que recoge en sí misma las claves para la resolución del conflicto político: el reconocimiento nacional y el derecho a decidir, dejando en ma- nos de la ciudadanía de Euskal Herria la capacidad de decidir su futuro».
«Al fin y al cabo, lo que planteamos es que derechos democráticos internacionalmente reconocidos se puedan ejercer en libertad y con normalidad, tal y como ocurre en Escocia, paradigma de que un conflicto político se puede resolver desde la puesta en práctica de derechos», detalló Ugarteburu.
Avances hacia las soluciones
No es este el único elemento positivo que la izquierda abertzale advierte en las últimas horas. Como ya hizo en una nota emitida el miércoles, aprecia también «un cierto cambio» en las declaraciones del ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, que expuso el martes que el Gobierno del PP actuará «con amplitud de miras y sentido de Estado» ante el nuevo escenario abierto. «Consideramos que supone una grieta en la estrategia de bloqueo, en el muro de la cerrazón que, no nos cabe ninguna duda, la sociedad vasca va a superar», dijo Ugarteburu.
El viernes pasado, la izquierda abertzale había realizado una comparecencia para remarcar el inmovilismo del PP. En la comparecencia de ayer, por contra, puso el acento en que se están produciendo movimientos nuevos, «que incluso han trascendido el ámbito vasco». Además de las afirmaciones de Fernández Díaz y Eguiguren, citó las realizadas el domingo en Bilbo por el expresidente irlandés Bertie Ahern, instando a Mariano Rajoy a abrir el diálogo con ETA, la decisión casi unánime de la Asamblea Nacional francesa en favor del acercamiento de los presos y el informe de la Comisión Internacional de Verificación que avaló la buena disposición de ETA.
Los independentistas concluyen de todo ello que «el proceso de soluciones avanza, y avanza en su integridad, superando una estrategia de bloqueo que la propia ciudadanía vasca está resquebrajando con su movilización», indicó Ugarteburu.
Así las cosas, la izquierda abertzale hace tres emplazamientos. El primero es personal; va dirigido a Antonio Basagoiti, como presidente del PP en la CAV, para que «deje de lado su posición en defensa de las políticas de excepción y vulneraciones de derechos que lo convierten, a ojos de la ciudadanía vasca, en el abanderado del sufri- miento y la negación». El segundo se traslada al Gobierno español, de su mismo partido, para que «aplicando la altura de miras a la que hace referencia, abandone el carril contrario al de las soluciones, poniendo fin a las políticas y medidas de excepción y abordando el diálogo con la organización ETA». Y el tercero va para «todas las formaciones políticas», para que al hilo de las declaraciones de Eguiguren y tomando como referencia el cuarto punto de Aiete, «abordemos un diálogo resolutivo que permita alcanzar un acuerdo democrático incluyente para la superación definitiva del conflicto político».
Lokarri pide «foros estables»
Mientras tanto, en víspera de la visita del GIC, con quien colabora estrechamente, Lokarri compareció también en rueda de prensa para exponer que «ha pasado el momento de las reuniones bilaterales» y demandar «foros estables de diálogo» con la participación de «todos los sectores políticos».
En una rueda de prensa ofrecida en Bilbo, Paul Ríos señaló que «en el proceso de consolidación de la paz y de mejora de la convivencia, coexisten tres procesos diferentes que tienen sus propias características, sujetos y modelo de desarrollo».
En primer lugar citó el que compete a ETA y al Gobierno español, precisando que mientras el PP no abra el diálogo con la organización armada es «muy importante» la labor de la Comisión Internacional de Verificación. Remarcó además que es necesario un diálogo político en busca de «un nuevo marco de convivencia», protagonizado por los partidos pero «contando siempre con la participación de la ciudadanía». Y lo completó con la alusión a otro proceso de «reconciliación social» para «reparar las heridas» y «que en el futuro no se repita lo pasado».
Lokarri anunció además que celebrará una asamblea general extraordinaria la semana próxima, el 11 de febrero.
Nafarroako Gobernuko kide PSN berehala aldendu zen Jesus Eguigurenek egindako proposamenetik asteartean, baina horrek ez du UPN lasaitu. Atzo Juan Luis Sanchez de Muniain Gobernuko eledun eta UPNko agintariak esan zuenez, PSEko presidentearen hitzek «Nafarroari eraso egiten diote, bete-betean».
Eguigurenek Euskal Herria aintzat hartzen duen formula aurkeztu zuen, eta Nafarroa eta gainerako lurraldeen artean «erakunde komunak» behar direla nabarmendu zuen. 90eko hamarkadaren erdialdean PSNk bultzatu zuen eta UPNk eragotzi zuen Iruñearen eta Lakuaren arteko Organo Komun Iraunkorra (Organo Permanente de Encuentro) delakoa ekarri dio gogora askori Eguigurenek esandakoak.
Sanchez de Muniainek PSEko agintaria ohartarazi zuen: «Nafarroaren nortasuna, erregimena eta autonomia gordetzeko ardura du Gobernu honek», eta ondorioz Eguigurenen hitzen aurka egin behar du, «autonomia, nortasun eta estatus horren aurkako erasoa dakartelako, bete-betean».
Ez dirudi Eguigurenen hitzaldiak UPN eta PSNren arteko akordioa kolokan jarriko duenik, ordea. Eledunak aipatu zuen bi alderdiak ados daudela kontu horri dagokion guztian. Sanchez de Muniainek nabarmendu zuenez, Yolanda Barcina sostengatzeko sinatu zuten gobernu akordioaren lehendabiziko puntuan bertan, «Nafarroaren oraingo estatusa mantendu eta hobetzeko» konpromisoa hitzartu zuten UPNk eta PSNk. GARA
Tras recibir a Patxi López e Iñigo Urkullu, Mariano Rajoy terminará esta ronda recibiendo en La Moncloa en unos días a Antonio Basagoiti, con quien ya conversa habitualmente, por ejemplo para recibir información sobre la reunión PP-EA.
EA considera que la reunión Rajoy-Urkullu dejó a la vista «los tics del pasado del PNV» al dar apoyo a Madrid y no tomar como referencia a Euskal Herria. Ikerne Badiola consideró además que ya «funciona `de facto'» el pacto ofrecido por PP a PNV y PSOE.
Jon Iñarritu, diputado de Amaiur y representante de Aralar, desveló ayer en Info7 Irratia que en la reunión Aralar-PP de hace unos meses los dirigentes vascos de este partido afirmaron que harán cambios en política carcelaria, aunque no será pronto.
Patxi López se mostró rotundo ayer ante los mandos de la Ertzaintza congregados en Arkaute: «El terrorismo ha terminado, ahora nuestro objetivo pasa por construir una convivencia democrática».
Las palabras del lehendakari, pronunciadas con motivo del 30 aniversario de la Policía autonómica, pusieron el punto y final a una jornada llena de simbolismo, dado que comenzó con el apagado del pebetero en recuerdo a los agentes fallecidos como consecuencia del conflicto armado.
En opinión de López, apagar la llama del pebetero, una tarea que corrió a cargo del exconsejero de Interior Juan Mari Atutxa, del director de la Ertzaintza José Antonio Varela y del agente José Goikoetxea -hijo del sargento mayor Joseba Goikoetxea, fallecido en una acción de ETA en el año 1993-, significa poner fin a una etapa marcada por «la amenaza y el dolor».
Tras el apagado, los presentes, entre los que figuraban Juanjo Agirrezabala (EA), Dani Maeztu (Aralar), Joseba Egibar (PNV), José Antonio Pastor (PSE) y Antonio Basagoiti (PP), acudieron a la inauguración de un nuevo monolito en recuerdo de los quince ertzainas fallecidos durante las últimas tres décadas de confrontación. «Será un testimonio imperecedero del sacrificio de los agentes a los que mataron cuando defendían la seguridad y la libertad de la ciudadanía vasca», subrayó el responsable de Lakua frente a los mandos de las FSE.
Una vez finalizados los actos en el exterior, los asistentes, acompañados por un grupo de agentes de la primera promoción de la Ertzaintza, se dirigieron al frontón de Arkaute para escuchar las palabras de López, encargado de poner el punto y final al acto conmemorativo.
Durante su intervención, el lehendakari utilizó un discurso más político, defendiendo el relato de los partidos unionistas y afirmando que la «democracia no es una ciudad amurallada, sino que tiene puertas para permitir el acceso a quienes quieran integrase en ella». Una frase dirigida las formaciones ilegalizadas por el Estado español. Ion SALGADO
En una entrevista, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, apuntó que «no se podrá levantar una condena sin saber el criterio de la víctima. A la víctima le vamos a dar no sólo ese derecho, sino a conocer cuál es la evolución penitenciaria del preso».
El obispo de Bilbo, Mario Iceta, trata de marcar distancias con su homólogo donostiarra respecto al papel que debe jugar la Iglesia vasca en el nuevo tiempo político abierto en Euskal Herria, en un nuevo gesto que deja al descubierto las diferencias que mantiene con José Ignacio Munilla. El prelado bilbaino envió el martes una misiva a los miembros del Consejo Presbiterial, órgano de representación de los curas vizcainos, en la que desmintió que los tres obispos de la CAV estén trabajando en la redacción de una carta pastoral, tal y como había manifestado el lunes Munilla en una entrevista en el programa ``Boulevard'' de Radio Euskadi.
En la nota remitida a los consejeros del presbiterio, Iceta Gabicagogeascoa les informa de que él y los titulares de las diócesis de Donostia y Gasteiz, José Ignacio Munilla y Miguel Asurmendi, junto con sus vicarios, mantuvieron una reunión el 27 de octubre en la capital alavesa, en la que se apuntó la posibilidad de hacer pública una carta conjunta sobre «el tema de la reconciliación. Y que a principio de la Cuaresma próxima pueda existir algún gesto relacionado con la pacificación».
Este gesto sería la jornada de oración por la paz y la reconciliación que las tres diócesis continúan ultimando y de la que hablaron el martes en Gasteiz. En cuanto a las declaraciones de Munilla de que estarían redactando una carta pastoral sobre ETA, el obispo de Bilbo aseguró a los integrantes del Consejo Presbiterial de que «no se ha dado ningún paso más. Ni se ha llegado al acuerdo de que sea ese el tema, aunque ciertamente -aclara- es uno de los temas fundamentales que en este momento nos ocupan. Y por tanto, ni se está preparando».
Lo curioso es que la comunicación de Iceta se produjo poco después de que los miembros de la curia vizcaina que componen el Consejo terminasen una reunión el lunes en la que se solicitó recuperar la Comisión Diocesana de Paz y Reconciliación. Fue un encuentro de gran calado, ya que el prelado bilbaino invitó al obispo emérito de Donostia, Juan María Uriarte, y al profesor de Derecho Penal de la UPV-EHU y exdirector de Derechos Humanos de Lakua, Jon Mirena Landa.
Fuentes de la Iglesia vizcaina apuntan a que Munilla supo de la invitación y no le gustó, menos cuando se postula ante Roma como ante la Conferencia Episcopal Española (CEE) como el «interprete» de la realidad creada tras el cese de la actividad armada de ETA. Sus tesis son aplaudidas por la caverna mediática española y los sectores más ultraderechistas del partido de Mariano Rajoy.
No es el primer movimiento de Iceta alejado de las tesis de Munilla. Ante la Conferencia Internacional de Aiete, el representante de la Iglesia vasca fue Ángel Mari Unzueta, vicario dedicado bajo el episcopado de Mario Iceta a pastoral y que ya ocupó la vicario general con Ricardo Blázquez. Unzueta Zamalloa es considerado un «factotum» en la diócesis y muy vinculado con Juan María Uriarte, con gran prestigio dentro y fuera de la comunidad católica vizcaina. Este nuevo movimiento invita a miembros de la Iglesia de Bizkaia a pensar que el prelado gernikarra está en esta materia más cerca de la mayoría de los presbiteros, laicos y religiosos que de las tesis neoconservadoras españolas de José Ignacio Munilla.
Ante el Consejo del Presbiterio del lunes, Uriarte planteó que se cultive la fiabilidad de la Iglesia «ante toda suerte de víctimas de la confrontación», además de «distinguir, sin separarlas, las dos vertientes de la reconcialiación», como apuntó el de Fruiz que son «la resolución de los problemas que generan los conflictos y reconstrucción de las relaciones grupales». Jon Mirena Landa incidió en el papel transcendental que puede jugar la Iglesia. Agustín GOIKOETXEA