Crónica | Bebés robados
La historia contradice a Bengoa: no hubo bombas de ETA contra registros en el 75-76
El consejero de Sanidad, Rafal Bengoa, aseguró ayer que «mucha de la información» que afecta a la búsqueda de bebés robados «desapareció» con una bomba de ETA y la noticia corrió como la pólvora. Pero según los historiadores, esa bomba no existió o, al menos, no era de ETA.
Oihane LARRETXEA-Iñaki IRIONDO
Rafael Bengoa estaba siendo entrevistado en Radio Euskadi cuando le preguntaron sobre la cuestión de los bebés robados. Explicó que Osakidetza necesita confirmar la información de quien pide unos datos antes de dárselos y apuntó también que «el concepto de historia clínica formal, regulado, no se instauró hasta 1983 o 1984», por lo que muchos datos anteriores se habrían perdido por cierres de clínicas o falta de custodia efectiva de los datos.
Pero, de pronto, el consejero saltó del ámbito de la Sanidad al de la Justicia y aseguró que «mucha de la información, no del sector sanitario, sino del que debería estar en manos del sector judicial, desapareció con una bomba que puso en las instalaciones de registros ETA en los años 75-76. Por lo tanto, ahí voló ETA bastantes más cosas de las que quería hacer desaparecer».
Las agencias recogieron sus declaraciones y en pocos minutos la mayor parte de los periódicos del Estado español -incluidos aquellos que no han mostrado especial interés o sensibilidad por los casos de bebés robados en Euskal Herria- daban cuenta de lo dicho por el Consejero de Sanidad. Algunos evitaban la fuente en el titular y daban por hecho que «Una bomba de ETA destruyó en 1975 datos de bebés robados en el País Vasco». Otros elevaban a Bengoa al rango de portavoz y apuntaban que «el Gobierno vasco dice que...».
La declaración causó extrañeza en muchos internautas y pronto surgió la crítica irónica. Una persona escribió en Facebook: «De los creadores de `El perro se comió los deberes' y `No abandoné el barco, me caí en una lancha', ahora llega `la ETA destruyó los documentos'». Otros muchos comentarios en diversos foros son menos ingeniosos y del todo irreproducibles.
Sin bombas hasta 1982
Pero hubo quien por su profesión no se tomó a broma las palabras de Rafael Bengoa, trató de comprobar la veracidad de los datos y no encontró ninguna bomba de ETA en ningún juzgado o registro hasta 1982.
Iñaki Egaña, miembro de Euskal Memoria, apunta que la primera acción armada contra un juzgado vasco se produjo el 16 de julio de 1982 y la reivindicó ETA-pm-VIII. La segunda, el 26 de abril de 1983 en Tolosa, fue obra de los Comandos Autónomos Anticapitalistas. La primera bomba de ETA-m contra instalaciones judiciales estalló 19 de octubre de 1996 en Gasteiz.
Pero el historiador concreta más y afirma que en 1975 y 1976 hubo 66 acciones armadas de ETA-m y ETA-pm y ninguna de ellas tuvo como objetivo juzgados, registros, archivos municipales o estatales. Hubo bombas contra empresas en huelga, contra «La Voz de España», contra TVE, contra Telefónica, contra repetidores de televisión y contra miembros de las FSE o colaboradores de la dictadura. Se registraron también ataques contra monumentos franquistas, contra bares frecuentados por policías... ETA colocó explosivos para impedir la retirada de ikurriñas y hasta se produjo una acción contra el Consulado alemán. Pero ninguna de ellas, por lo que se conoce, pudo afectar a los archivos de nacimientos o legajos de aborto.
Este diario contactó con el Departamento de Sanidad para tratar de conocer la explicación de lo dicho por el consejero, pero nos dirigieron a un teléfono que nadie respondía.