La profunda transformación urbanística que sufrirá en los próximos años el área de Garellano-San Mamés afectará de lleno a la vieja estación de autobuses de Termibus, que iba a ser provisional y cuya concesión concluye a final de año. El equipo de Iñaki Azkuna considera este proyecto estratégico para la villa, de ahí que ayer la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobara el proceso para la licitación de la construcción de la nueva instalación que la sustituirá.

El cronograma previsto por los responsables municipales parte de que los adjudicatarios inicien la redacción del proyecto para setiembre y cinco meses después se lleve a cabo el traslado provisional, ya que se desea empezar la ejecución de las obras para el primer trimestre de 2013. El Consistorio espera contar con la nueva Termibus para mediados de 2015.

La terminal provisional, según las primeras estimaciones, se ubicará en los accesos a la A-8 y cerca de algún transporte público. Mientras, en la parcela de 12.282 metros cuadrados de Garellano se excavará para construir la nueva estación de autobuses, así como un parking de rotación para dar servicio al propio equipamiento, las nuevas sedes universitarias y el estadio de fútbol de San Mamés.

En superficie quedará una plaza, donde se construirá una comisaría y otras instalaciones complementarias que se integrará con la nueva reordenación de Garellano, con sus grandes torres con 1.500 viviendas.

La nueva Termibus costará, según las previsiones iniciales, en torno a 65 millones de euros, lo que le convierte en proyecto prioritario para el equipo de Iñaki Azkuna, al igual que lo es la nueva estación intermodal de Abando, a donde pretenden que arribe el TAV.