El Ibex se colocó ayer a un suspiro de los 8.700 puntos al cierre. En concreto, se apuntó un 2,20%, y hoy comenzará con 8.696,60 puntos. Las subidas de París (+2,09%) y Fráncfort (+2,44%) fueron del mismo tono, mientras que Londres (+1,92%) se quedó algo rezagado. La principal justificación de los inversores para este brusco movimiento alcista era la posibilidad de que Grecia y los acreedores privados lleguen a un acuerdo esta semana. Dentro del Estado español se saludaba con entusiasmo la caída de la prima de riesgo hasta cerca de los 300 puntos básicos, así como una menor presión generalizada para el conjunto de la deuda periférica. Asimismo, primó el protagonismo de los bancos, que esperan nuevas ayudas del Gobierno de Mariano Rajoy para culminar la reestructuración del sector financiero y un trato favorable en la gestión de los activos relacionados con el ladrillo. En el Ibex se hicieron notar las ganancias de Santander (+3,58%) y BBVA (+3,25%), aunque fue Popular (+4,56%) el mejor de todos al superar las previsiones de los expertos. Acciona y Ferrovial, por su parte, subían también más de un 4%. Sin embargo, el gran beneficiado fue ArcelorMittal (+4,62%), tras conocerse unas estimaciones positivas sobre su negocio. Solo Repsol (-0,52%) terminó en rojo. En París, la animación bancaria se mantenía un día más. Crédit Agricole sumó un 7,39%, Société Générale, un 5,92%, y BNP Paribas, un 4,56%. Hasta 13 valores mejoraron en más de un 3% sus cotizaciones. Las acciones de Vivendi, que subieron un 0,38%, registraron el avance más moderado.