La reforma del sistema educativo en la que trabaja el Gobierno del PP ampliará a tres años el Bachillerato y la Formación Profesional (FP) media, aunque en esencia la educación obligatoria seguirá abarcando hasta los 16 años. El cambio que quiere introducir el gabinete de Mariano Rajoy supone la reducción de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO; DBH, en euskara) de los cuatro años actuales a tres, de forma que el último curso desaparecería para transformarse en el primero de Bachillerato o de ciclos medios de FP. En la práctica, los alumnos completarían la educación obligatoria una vez realizado el primer curso de FP p Bachillerato, aunque el ciclo dispondría de otros dos cursos.

El ministro español de Educación, José Ignacio Wert, defiende que con esa reforma el último curso de la enseñanza obligatoria «orientará a los alumnos a la FP o a la «continuación» de los estudios de Bachillerato, lo que relaciona con una mejor preparación y la reducción del abandono escolar prematuro, que en el Estado español alcanza el 28,4%, el doble de la media europea.

«Si a una edad un poco más temprana se puede elegir un itinerario que está más de acuerdo con la orientación de cada alumno y comienza un curso obligatoriamente, va a ser mucho más probable que exista el incentivo para continuar», indicó Wert en declaraciones a la agencia Efe.

Otras voces, en cambio, consideran negativo que se pretenda reducir un año la formación básica para empezar con 15 años un Bachillerato del que solo es obligatorio el primer curso.

La reforma ha creado alarma, por otra parte, en la comunidad escolar, que ve con preocupación los cambios que acarrearía tanto para el alumnado y para el personal educativo. De aplicarse la reforma de Wert, algunos centros que ahora solo imparten ESO hasta los 16 años, tendrían un curso menos, esos alumnos tendrían que desplazarse a cursar Bachillerato o FP a otros centros, y ello supondría importantes cambios en la relación de puestos de trabajo de los diferentes centros.

A este respecto, el presidente del Consejo Escolar de Nafarroa, Pedro González, llamó la atención sobre el problema organizativo que puede conllevar esta medida en el último año de enseñanza obligatoria.