La reelección del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al frente del Likud, el mayor partido de la derecha en Israel, ha avivado los rumores sobre la convocatoria de elecciones anticipadas.

Netanyahu logró una victoria sin gran brillo con un 75% de los votos en las primarias del Likud, aunque su objetivo, según su entorno, era superar el 80%. Moshé Feiglin, su único adversario, apoyado por el sector más duro de los colonos en Palestina, movilizó casi el 25% de los votos. La tasa de participación del 48% tampoco ha estado a la altura de las expectativas del primer ministro.

Varios analistas creen que este éxito limitado solo es una etapa hacia las elecciones anticipadas. A su juicio, Netanyahu, al que los sondeos dan como favorito, podría convocarlas en otoño, para encontrarse en una posición de fuerza en caso de que el presidente de EEUU, Barack Obama, sea reelegido en noviembre

«Benjamin Netanyahu puede estar tentado de tomar la iniciativa para enfrentarse mejor a un Obama que es probable que le espera con un palo el año que viene», dijo a AFP Hanan Cristal, comentarista político en la radio pública.

Feiglin condiciona

En su discurso tras la victoria en las primarias, Netanyahu pareció descartar el adelanto electoral. «Tenemos tiempo», dijo pero no lo confirmó con claridad, y tanto el diario «Yediot Aharonot» como la comentarista de televisión Rina Matzliah, insisten en que las elecciones no serán en la fecha prevista, otoño de 2013.

En el seno de su partido, intenta frenar el ascenso de Moshé Feiglin, que aún escora al Likud más a la derecha y como partido de los colonos. Desde ese punto de vista, Netanyahu ha fracasado, ya que su resultado es similar a las primarias de 2007 frente a Feiglin, que aprovechará su posición para influir en la composición de las listas electorales y, con ello, en la designación de ministros.