INTERNACIONAL Los heridos se cifraban en 248 al cierre de esta edición y la Liga se suspende de forma indefinida
Al menos 73 muertos en Egipto tras un enfrentamiento entre ultras
Los sucesos tuvieron lugar en la norteña de Port Said, al término del partido de liga entre el Al Ahly de El Cairo y el Al Masry local.
GARA | EL CAIRO
Al menos 73 personas fallecieron y 248 resultaron heridas por los enfrentamientos entre las hinchadas de dos equipos de fútbol egipcios en Port Said (noreste), según informó el delegado de Sanidad de la ciudad, Helmy Ali al Atny.
El responsable explicó que la mayoría de fallecidos perdieron la vida por fracturas en el rostro y por hemorragias internas, y también hubo un gran número de ingresados por caídas desde los graderíos del estadio, donde se enfrentaban el Al Ahly, de El Cairo, y el equipo local Al Masry.
Un aficionado que se encontraba en el estadio presenciando el partido, Hosam Mohamed Mustafa, explicó a la misma agencia que antes del partido el ambiente era «bueno», pero que, cada vez que el Al Masri marcaba un gol, se producía una invasión de campo por parte de los hinchas locales.
Según este espectador, los aficionados del equipo de Port Said lanzaron amenazas a los ultras del Al Ahli, que a su vez respondieron. Una vez finalizado el partido, con victoria final para los locales por 3-1, los hinchas del Al Masri volvieron a saltar al césped y persiguieron camino del vestuario a algunas de las estrellas del Al Ahly, como el egipcio Mohamed Abutrika, ante la impotencia de los agentes de policía presentes en el estadio.
Se da la circunstancia de que los ultras del Al Ahli, más conocidos como los «Diablos Rojos», se han enfrentado con frecuencia a las fuerzas de seguridad en las protestas que han sacudido en los últimos meses la plaza Tahrir de El Cairo.
Al cierre de esta edición, la situación parecía estar controlada, mientras que el jefe de la Junta Militar egipcia, Mohamed Husein Tantaui, ordenó que dos helicópteros del ejército se desplazaran a Port Said para evacuar a El Cairo al equipo del Al Ahli y a sus aficionados. La llegada de los helicópteros respondió a una petición expresa del club cairota, según fuentes próximas al equipo. Además, el ejército comenzó a sacar de la ciudad a los aficionados del Al Ahli en autobuses protegidos por vehículos blindados de las fuerzas armadas.
Sin embargo, según Mena, los locales comerciales de la ciudad tuvieron que cerrar sus puertas tras varios actos de vandalismo, mientras los servicios de sanidad comenzaron a pedir donaciones de sangre entre los vecinos de la localidad.
Por otro lado, el presidente de la cámara baja del Parlamento egipcio, Saad al Katani, convocó de urgencia una sesión de la institución legislativa para debatir durante la jornada de hoy los sucesos de Port Said. El Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, acusó ayer a los partidarios de Hosni Mubarak de los disturbios: «Los acontecimientos de Port Said son orquestados y son un mensaje de los remanentes del antiguo régimen»
Las repercusiones de los enfrentamientos saltaron de inmediato a otros estadios de Egipto, como sucedió en el choque entre el Zamalek cairota y el Ismaily, que fue suspendido.
El portugués Manuel José, entrenador del Al Ahli, constató a los medios lusos el «caos completo» que se vivió en los enfrentamientos de Port Said. «Nuestros aficionados llegaron a entrar en nuestro vestuario, al que prendieron fuego. Ya habían muerto cerca de 36 personas. De nuestro equipo están todos bien. La culpa es de los soldados, había decenas de ellos y de policías también. Todos desaparecieron, el caos es completo», declaró a la televisión lusa Sic Noticias. José aseveró que le propinaron «puntapiés, puñetazos» y expuso que le «metieron en una sala y no pudo volver al vestuario». Añadió que se encuentra «bien», pero que «ahora voy a tener que repensar mi vida, no son condiciones». GARA