Los movimientos palestinos Fatah y Hamas avanzaron un paso más en el proceso de reconciliación al acordar ayer que el actual presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dirija el gobierno transitorio de independientes que se encargará de organizar las elecciones.

La elección de Abbas supera así el gran obstáculo que había paralizado el proceso durante meses. La reconciliación tropezaba hasta ahora con la figura del primer ministro, para la que Abbas había pensado en Fayyad, más apreciado en el exterior que en la propia Palestina, y rechazado por Hamas. La solución final ha sido evitar elegir otro nombre y que Abbas acumule ambos cargos.

El acuerdo se alcanzó tras las reuniones que mantuvieron el propio Abbas y el líder de Hamas, Khaled Mechal, en Qatar, cuyo régimen ha mediado en la reconciliación.

La declaración de Doha prevé «la formación de un gobierno de unidad nacional dirigido por el presidente Mahmud Abbas y formado por tecnócratas independientes para facilitar la convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas y acometer la reconstrucción de la franja de Gaza».

El texto fue firmado por Abbas y Mechal en presencia del emir de Qatar, el jeque Hamad ben Khalifa Al-Thani. La formación del Gobierno provisional se anunciará el próximo 18 de febrero en una reunión de la OLP en El Cairo, según explicó Azzam al-Ahmad, responsable del proceso de reconciliación de Fatah.

La declaración de Doha no precisa la fecha de las elecciones, que inicialmente se habían previsto el 4 de mayo de 2012 en virtud del acuerdo de reconciliación alcanzado en El Cairo el 27 de abril del año pasado, y ratificado el 3 de mayo siguiente por el conjunto de movimientos palestinos.

Ahmad indicó que la fecha de las primeras elecciones que se celebrarán tras el triunfo de Hamas en los comicios de 2006 se decidirá más adelante, lo que indica su probable retraso. El primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, saludó la declaración de Doha y expresó su «esperanza de una rápida aplicación de sus cláusulas».

También el jefe de Gobierno de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, confirmó su disposición a aplicar el acuerdo.

Las dos partes también han acordado continuar el proceso de reorganización de la OLP, representante del pueblo palestino en el escenario internacional, con el fin de integrar a Hamas y la Jihad islámica.

De esta forma, a la vez que las elecciones presidenciales y legislativas en los territorios palestinos, el Consejo Nacional Palestino (Parlamento de la OLP) deberá incluir a representantes de esas dos formaciones.

Abbas subrayó su determinación de aplicar el acuerdo en todos sus puntos -elecciones, gobierno y reconciliación-, mientras Mechal destacó que permitirá «consagrar todas sus fuerzas a enfrentar al enemigo». Otro de los puntos pendientes era el de los detenidos por ambas partes, en el que Abbas anunció la liberación de 64 presos de Hamas.

Rechazo de Israel

«Nuestros hermanos palestinos no tienen otra alternativa que avanzar en su unidad nacional», subrayó el emir qatarí.

En cambio, el acuerdo fue mal acogido en Israel que no oculta su preferencia por Fayyad. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que si «Abu Mazen (Mahmud Abbas) aplica lo que ha firmado en Doha, elige abandonar el camino de la paz para unirse a Hamas». «Presidente Abbas, no puedes hacerlo de las dos maneras. O el pacto con Hamas o la paz con Israel. Una u otra opción. No puedes tener las dos», advirtió el primer ministro israelí durante una reunión de los ministros del Likud. «Hamas no ha aceptado nunca las exigencias mínimas de la comunidad internacional y no solo no reconoce a Israel y los acuerdos firmados, sino que no renuncia al terrorismo», añadió.

Por su parte, la Unión Europea saludó el acuerdo alcanzado entre los movimientos palestinos, pero a la vez, condicionó que la ayuda financiera europea a los palestinos estaba vinculada al respeto de los principios de no violencia.

Tras las elecciones legislativas de 2006 que ganó Hamas las potencias occidentales boicotearon el nuevo gobierno exigiendo el reconocimiento de Israel y de los acuerdos firmados, así como la renuncia a la resistencia violenta.