El PSOE acordó en su congreso del pasado fin de semana en Sevilla que «trabajará por consolidad la paz, la convivencia y la normalidad en Euskadi», para lo que pide «al Gobierno de España que promueva las medidas políticas necesarias para asegurar la paz, tanto en política penitenciaria como en el relato de lo sucedido».

La redacción final es el acuerdo alcanzado entre los delegados a partir de una iniciativa del PSE, que defendió la dirigente guipuzcoana Rafaela Romero ante el congreso. Según se explica en una nota de prensa hecha pública ayer, el PSE ha convencido al PSOE para que «demande a Rajoy que sea activo ante la nueva realidad vasca» sin violencia de ETA, «y reclame flexibilidad en materia de política penitenciaria».

Fuentes del partido aseguraron que se ha emplazado al PSOE «a exigir al Gobierno del PP que actúe en política penitenciaria conforme a la ley» y, «de acuerdo con el lehendakari», agilizando «las actuaciones que puedan ya realizarse».

«Preocupación» y «vergüenza»

La nota de ayer constata que los socialistas guipuzcoanos llegaron al Congreso federal «preocupados» por que la ponencia marco no hacía referencia «al nuevo tiempo iniciado en Euskadi tras el cese de la violencia de ETA».

Un twit de Rafaela Romero publicado durante los debates del sábado califica de «vergüenza» que Jesús Caldera, redactor del apartado de «calidad democrática» de la Ponencia, no mencionara tampoco en su discurso ninguna de las enmiendas sobre la nueva fase abierta en Euskal Herria.

Pero una vez finalizado el congreso, la propia Rafaela Romero mostraba su satisfacción por el texto consensuado y que, a su entender, recoge las aspiraciones del PSE de Gipuzkoa, que, «acompañado de todo el socialismo vasco, reclamó y consiguió del PSOE que asumiera esta enmienda sobre el proceso de paz». A su juicio, esto significa que en el proyecto político de futuro del PSOE hay una «sensibilidad a las demandas de los socialistas vascos en relación con el proceso de pacificación de Euskadi».

Víctimas y presos

La ponencia del PSOE partía de que «el terrorismo de ETA ha sido derrotado». Con las aportaciones del PSE, antes de la mención a la política penitenciaria se recoge también que «para el PSOE trabajar por las victimas es trabajar por la memoria de lo sucedido, la memoria de las victimas también va unida a la deslegitimación de la violencia, para lo que las mujeres y hombres socialistas utilizaremos las instituciones democráticas para combatirla».

Según explican desde el PSE, la «reconciliación» de la sociedad vasca se entiende como «un proceso de convivencia entre los ciudadanos de igual a igual», para lo que es importante que «el reconocimiento político e institucional a las víctimas sea inseparable de un auténtico e interiorizado reconocimiento social».

Discreción de Rubalcaba

La nueva Ejecutiva Federal del PSOE salida de este 38º Congreso celebró ayer su primera reunión, tras la que el recién elegido secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, compareció en rueda de prensa.

Rubalcaba anunció que entre sus primeras iniciativas estará la de pedir una entrevista al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en la que le ofrecerá «toda la cooperación» del PSOE en la «lucha antiterrorista», porque «la violencia ha acabado, pero ETA no ha desaparecido».

Preguntado por la enmienda aceptada a instancias del PSE, el secretario general del PSOE evitó entrar en valoraciones públicas. Alfredo Pérez Rubalcaba apeló a su «hoja de servicios», en referen- cia a su paso por el Ministerio de Interior español, para no entrar en detalles y guardar discreción.

«Voy a ser un leal colaborador en materia de política antiterrorista. No me va a costar nada decirlo y muchísimo menos hacerlo». Y explicó que «la lealtad la entiendo también en las decla- raciones públicas», para después argumentar que esto implica que «lo que crea que hay que hacer se lo diré al presidente español».