Los seis concejales de Bildu en el Ayuntamiento de Gasteiz no acudirán hoy a la inauguración de la Capitalidad Verde Europea. Los integrantes de la coalición confirmaron ayer su ausencia en protesta por la presencia de la reina española en el acto.

En una rueda de prensa, el portavoz de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, señaló que los representantes de Bildu han optado por no asistir al acto porque «queda fuera del mismo buena parte del espectro político-social del municipio». «Esta señora no representa, por ejemplo, ni a los republicanos, ni a los independentistas de Gasteiz», añadió.

Además, tal como recordó el edil, «la monarquía actual es la heredera del franquismo y, por tanto, como garante de la unidad de España, pisotea sistemáticamente los derechos políticos del pueblo vasco, con lo que, al contrario de lo que hacen otros, solo nos faltaba acudir a rendirles pleitesía».

Fernández de Pinedo, que compareció ante los medios acompañado por Antxon Belakortu, criticó el gasto que va a suponer la inauguración, cuyo acto principal estará marcado por una comida organizada en el antiguo Depósito de Aguas, situado en el centro de Alde Zaharra.

«Seguro que en esa fiesta no están los parados, ni los gasteiztarras que se encuentran en situaciones de exclusión social, ni los pueblos con los que cooperábamos para su desarrollo, ni los agentes culturales a los que [el alcalde] Maroto ha hipotecado su futuro quitandoles las partidas presupuestarias», lamentó el portavoz de la coalición.

Un acto «inadmisible»

Aralar, que no cuenta con representación en el Consistorio de la capital, también considera «inadmisible» que en el actual momento económico y social el Ayuntamiento plantee iniciativas que «en nada fomentan el gasto responsable ni están relacionados con la sostenibilidad o la ecología, sino que son eventos ostentosos con fines propagandísticos y de autobombo del actual gobierno local, personalizado en el alcalde, Javier Maroto».

En cuanto a la presencia de la reina española, Aralar afirmó que la misma representa a «una institución imperialista, antidemocrática y carente de sentido».