En una semifinal como la de hoy, de hace ahora tres años, el `ari, ari, ari, Toquero Lehendakari' trnó en San Mamés tras sellar con su tercer gol el pase a una final copera para los rojiblancos 24 años después. Fue su día, su noche. La Copa es su sueño y él, emblema de La Catedral, que le jalea cada vez que pisa el césped. Él, dice, les corresponde con la misma medicina de siempre, entrega.

Ante el Espanyol fue su partido cien en Primera. ¿Quién se lo iba a decir?

Pues la verdad es que nunca hubiera pensado llegar a estos números. Es un sueño porque no lo esperaba. Eso sí, espero hacer muchos más.

¿Lástima de resultado en el último suspiro?

Sí, fue pena, porque vas con el partido ganado y en ese último minuto, como otras veces, te empatan y la verdad es que es una pena.

Pero mucha gente ha cuestionado ese seguir atacando en lugar de cerrar el marcador...

Es nuestro estilo. Pero yo sí pienso que la gente prefiere que con un 3-2 sigamos adelante, que no que nos quedemos atrás. Lo que pasa es que si en un partido como éste nos meten un gol, es normal que la gente hable, pero lo repito, es el estilo de juego del equipo, siempre vamos a ganar, a intentar meter todos los goles que podamos y vamos a seguir así.

El día de su debut, decía después del partido que nunca había jugado ante tanto público. Tres años después, se ha ganado a ese mismo público.

Pues sí, en tres años ha habido un cambio increíble. La verdad es que de jugar en Segunda B ante cuatro personas a jugar ante cuarenta mil y que encima te animen tanto y te aclamen tanto, la verdad es que es una pasada. Yo solo lo puedo agradecer y esperar también estar aquí mucho tiempo para seguir disfruntándolo.

¿Y qué le da a ese público, a esa afición para que le idolatren?

Pues la verdad que nada. Yo intento hacerlo lo mejor posible todos los días, darlo todo y ayudar en lo que pueda al equipo. Nada más.

El día del Albacete, tras su gol de tacón, la grada, sobre todo el fondo norte, se pasó quince minutos coreando su nombre. ¿Supone eso una presión añadida?

Para mí no es ninguna presión. Todo lo contrario. Que la gente te apoye y vea el trabajo que realizas, es lo más bonito. No es ninguna presión. Con esas cosas ves que si haces lo que tienes que hacer y lo das todo, la gente lo ve y lo agradece. Al contrario, a mí me quita presión.

Su participación esta temporada, sí que es menor a las anteriores. ¿Cómo se está encontrando?

La verdad es que muy bien. Sí que ha cambiado mi rol, pero a partir de ahí lo que yo quiero es aportar al equipo todo lo que pueda en los minutos con los que cuente. Yo estoy muy contento, a gusto, y me amoldo muy bien a la nueva situación que tengo.

Lo que sí es habitual es que muchos aficionados digan eso de que Toquero no solo corre y pelea, sino que también ha demostrado ser buen jugador.

Hombre, eso se dijo al principio, sobre la calidad, para aquí y para allá, pero creo que yo ya he demostrado lo que tenía que demostrar en estos más de cien partidos que llevo. Yo creo que he mejorado, que puedo jugar como estoy jugando. He hecho grandes años aquí y espero hacer muchos más.

Uno de los grandes culpables de la temporada que está haciendo el equipo es Marcelo Bielsa. ¿Con qué se queda de todo lo que el técnico les ha inculcado en este tiempo?

Pues un poco con todo. Nos ha cambiado bastante el estilo de juego, y aunque al principio nos costó amoldarnos a las nuevas ideas, ahora se nota que estamos a gusto, que sabemos a lo que jugamos y que ha cambiado todo. Marcelo sabe muchísimo de fútbol, eso está claro, y sobre todo lo vemos más los de dentro porque trabajamos a diario con él. Él desde el principio nos ha intentado convencer de sus ideas, de cómo ve él el futbol y así es como jugamos. Nos ha explicado tácticas diferentes, cómo debemos jugar en cada momento, los entrenamientos son muy diferentes a antes y la verdad es que estamos aprendiendo muchísimo. Solo esperamos conseguir algo bonito esta temporada.

Y está ese salto de mentalidad de que pueden ganar a cualquiera y en cualquier campo.

Pero es que al tener un estilo de juego diferente jugamos igual en casa o fuera. Hay veces que nos sale bien, otras como en Madrid que nos sale mal, pero pasa todos los equipos. Es tan sencillo como que tenemos la misma idea de juego juguemos contra quien sea y donde sea.

Y eso les ha llevado a que ya en febrero, a la espera del partido de este martes, tengan ya los deberes hechos de la temporada.

Deberes hechos tampoco. Tenemos que ser ambiciosos. Estamos en tres competiciones, ojalá lleguemos a la final en Copa, pero tenemos que ser igual de ambiciosos en Europa League y en la Liga. No nos debemos marcar ninguna meta en especial, ir partido a partido como hasta ahora, sin presión, pero afrontar todo con todas las garantías. No nos podemos acomodar porque pasemos a la final.

Un pase a la final que se juegan este martes. Sí o sí.

Hombre, sí o sí, nosotros sí vamos a ir a ganar como fuimos a Anduva. Vamos a salir igual, sin especular con el resultado, como si fuésemos 0-0, como si fuese un partido más de liga. A ganarlo

Para usted, después de lo vivido en aquella cita copera de 2009, con gol suyo incluido, pensar en una nueva final le debe de motivar todavía más.

Sí, aquel fue el momento más especial de mi vida. De haber estado en Segunda B cuatro o cinco meses antes a jugar una final de Copa fue algo increíble. Lo vivido allí no solo por mí, sino por toda mi familia, mis amigos, aquello es inolvidable. Así que solo pensar en ello...

Y pase lo que pase en esa final que todos esperamos, pase lo que pase de aquí a final de temporada en las otras competiciones, lo que sí es ilusionante es el futuro de este equipo...

Eso nunca se sabe, pero la verdad es que sí que hay un futuro esperanzador. Somos un equipo muy joven, los jugadores jóvenes que están saliendo están haciendo buen papel, luego están los Ruiz de Galarreta, Álvaro Peña, que ya entrenan con nosotros y la verdad es que parece que hay un gran futuro. Luego nunca se sabe, así que mejor pensar en este año y luego, pues ir año a año.