Martxelo Díaz Periodista
Lodosa sigue a orillas del Ebro
Todavía no se han apagado los ecos de la celebración el pasado domingo de la fiesta de aniversario de la ikastola de Sartaguda-Lodosa. A pesar del gélido ambiente, miles de personas bajaron hasta el Ebro para apoyar al único centro que ofrece enseñanza en euskara a 40 kilómetros a la redonda. Esa fue la motivación de todos ellos, garantizar la supervivencia de la ikastola Ibaialde. Puede que en la fiesta hubiera críticos con la gestión o incluso el modelo de la Federación de Ikastolas, pero el objetivo era que 70 niños de la comarca de Lodosa pudieran seguir asistiendo a clase en euskara en su ikastola. No era un boicot al Nafarroa Oinez, sino una respuesta solidaria a una situación agónica, que aún persiste.
La alternativa era que cerrase la ikastola, lo que no debería parecer bien a nadie. Más que a UPN, que anda inquieta con lo que está viendo. Primero, que la Diputación de Gipuzkoa manda 24.000 euros. Después que los ayuntamientos de Bildu anuncian que también ayudarán a los alumnos de Lodosa. El partido de Barcina clama al cielo y protesta por lo que considera una injerencia, olvidando, por ejemplo, que hay 21 ayuntamientos navarros, tan navarros como Lodosa, que están gobernados por Bildu porque así lo decidieron sus vecinos.
UPN es consciente de que no está en juego solo un centro educativo de 70 alumnos con problemas de financiación. Eso es lo de menos. Tiene claro que lo que quienes se acercaron el domingo a Sartaguda, quienes han ingresado su ayuda en la cuenta solidaria abierta y las instituciones del conjunto de Euskal Herria reclaman es que quienes quieran estudiar en euskara puedan hacerlo. Sin Ley de Vascuence. Sin zonificación. En Lodosa, Viana, Tutera, Tafalla, Atharratze o Maule. Impulsar esta ikastola es construcción nacional, como lo es apoyar a los queseros de Zuberoa. Eso es lo que le molesta a UPN. No les importa que el Ayuntamiento de Lorca (Murcia) destine los más de 600.000 euros de ayuda que el Gobierno navarro concedió tras el terremoto que destrozó media localidad a organizar la procesión de Semana Santa. El partido de Barcina no ve ahí sesgo ideológico. En la ikastola de Lodosa, en cambio, sí.