Rick Santorum vuelve a la pugna republicana tras hacer triplete
Desaparecido desde su triunfo en los primeros «caucus» de Iowa, el católico ultramontano Rick Santorum arrasó ayer en las primarias de Colorado, Minnesota y Missouri. Su reaparición supone un revés para el favorito, Mitt Romney, quien veía el camino despejado tras sus triunfos en Florida y Nevada. El gran perdedor, sin embargo, es Newt Gingrich, quien había capitalizado la oposición conservadora a Romney en espera del «supermartes» del 6 de marzo.
GARA | MINNEAPOLIS
El candidato ultraconservador Rick Santorum ha relanzado la carrera a la investidura republicana a la Casa Blanca al hacer triplete en las consultas del pasado martes, batiendo al favorito del establishment, Mitt Romney. El otro gran perdedor de una noche llena de sorpresas fue el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, que encarnaba hasta entonces la solución de recambio conservador al «moderado» y multimillonario favorito.
Santorum venció en los «caucus» de el estado occidental de Colorado (40% de los votos) y en el norteño de Minnesota (45%). Y Romney, quien ganó con facilidad en ambos estados hace cuatro años y era el favorito de todas las encuestas, se tuvo que conformar con el segundo y el tercer lugar respectivamente.
También Missouri cayó en favor del candidato ultracatólico (sacó la friolera de 30 puntos de ventaja a Romney), aunque en este estado no habrá adjudicación de delegados para la Convención republicana hasta los «caucus» del 17 de marzo.
El libertario Ron Paul cosechó unos buenos resultados en las tres citas, aunque se da por seguro que no tiene posibilidad alguna para alcanzar la victoria.
«¡Vaya noche para Santorum y qué desastre para Romney!», interpretó el analista político Charles Franklin, quien augura que la carrera cobra un inusitado interés de cara al «supermartes» del 6 de marzo, donde votarán una decena de estados.
«Este triplete es una gran oportunidad para Santorum para encarnar la alternativa a Gingrich», coincide. Para este último, cuyo futuro depende del supermartes, el golpe es muy duro tras sus reveses en Florida y Nevada a favor de Romney. Y es que prácticamente desapareció del mapa electoral, literalmente en Missouri (centro), donde no hizo campaña.
«¡Waow! El conservadurismo está vivo en Missouri y Minnesota», exclamó Santorum, quien no dudó en reivindicar la victoria «para las voces conservadoras del partido y el Tea Party».
Santorum insistió en que «no estoy aquí para ser la alternativa conservadora a Mitt Romney, sino para ser la alternativa conservadora a Barack Obama».
Como una metáfora de la mala noche para Romney, la cadenas de televisión mostraron la imagen de un individuo que fue interceptado en el momento en que se acercaba para agredirle cuando, en una comparecencia desde Colorado, felicitaba a su rival y, en un tono calculadamente humilde, se mostraba «dispuesto a dirigir el partido y la nación».
Su equipo de campaña se había adelantado a una posible derrota al asegurar que es imposible que un candidato quede primero en todas las contiendas. «John McCain perdió 18 estados en 2008», recordó su director, Riche Beeson. No obstante, y sin obviar que Santorum se había concentrado en estos estados mientras Gingrich y Romney se medían en Nevada, los resultados son una advertencia para este último, quien sigue sin despejar las suspicacias en los sectores republicanos ultras.
Tiene a su favor su enorme ventaja en fondos y organización aunque hay quien predice que «a partir de hoy, el dinero empezará a fluir para Santorum», quien ya ganó en el primer «caucus» de Iowa. Mientras, Gingrich guardaba ayer silencio.
Recordado por su intransigencia durante su paso por el Congreso, el exsenador por Pennsylvania Rick Santorum se presenta como una alternativa conservadora al «moderado» Romney, dispuesto a actuar «cuando es necesario lanzar las bombas» Con 53 años de edad, no oculta sus posiciones ultraliberales en materia económica. «Su visión de América pasa por restablecer su grandeza a través de la promoción de la religión, la familia y la libertad», resume su web de campaña, que lo presenta como «un conservador coherente en todos los temas, tanto de palabra como de acción»..
Reafirma una y otra vez su hostilidad al matrimonio entre personas del mismo sexo, al derecho al aborto, incluso en el caso de violación, y a la contracepción. «Esta provoca muchas enfermedades de transmisión y embarazos no deseados y no es sano que la gente se entregue a relaciones sexuales fuera del matrimonio».
Padre de siete hijos, este católico casado a los 21 años de edad nació en Winchester (Virginia, este) de un padre inmigrado de Italia y de una madre de origen italoirlandés. Estudió derecho y ejerció de abogado en Pittsburgh, la gran ciudad industrial de Pennsylvania, antes de desembarcar en Washington, donde todos los domingos asiste a misa en latín. Ello no le impide acusar a Irán de ser una «teocracia radical que ha jurado destruir a Israel y Occidente».
Con lágrimas en los ojos, narra que vivió con su esposa el parto prematuro de un hijo con 20 semanas de gestación. Tras negarse a dejarlo en la morgue, pasaron la noche junto al feto y lo mostraron a sus hijos. GARA
