«Las cifras de paro no mejorarán a corto plazo. Es más, durante 2012 empeorarán». El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, confirmó ayer sus pesimistas previsiones sobre el desempleo en el Estado español duante su primera comparecencia en el Congreso, donde acudió para dar cuenta sobre la cumbre europea celebrada el pasado 30 de enero. El jefe del Ejecutivo consideró que la situación laboral «no puede ser peor», aunque siguió sin dar pistas sobre la reforma que presentará mañana, después del Consejo de Ministros. «Es intención del Gobierno que sea amplia y profunda, a la vez que útil y equilibrada», fue lo único que adelantó.

En su intervención, Rajoy insistió en sus recetas habituales: recortes, estabilidad presupuestaria y reformas. También culpó de la actual situación a los números rojos que, a su juicio, heredaron del anterior Ejecutivo del PSOE. Además, anunció que esperará a ver las previsiones económicas de la comisión europea, que se harán públicas el próximo día 23, para poner en marcha los Presupuestos del Estado español.

«El objetivo es el empleo y el instrumento, reducir el déficit público», proclamó el presidente español, que reconoció, a instancias de buena parte de los portavoces de la oposicíon, que las medidas de ajuste no son suficientes y que también es necesario poner en marcha iniciativas de reactivación de la economía. En ese ámbito sitúa la reforma laboral, sobre la que medios como la Cadena Ser filtraron ayer por la tarde que incluirá elementos como abaratar el despido. Unas iniciativas que Rajoy justifica bajo el argumento de buscar la estabilidad en el empleo, fomentar la flexibilidad y facilitar sistemas de contratación alternativos y que el jefe del Ejecutivo español da por seguro que provocarán la reacción social en forma de huelga general.

Sobre Europa, la mayoría de grupos instó a Rajoy a trabajar para flexibilizar el tope de déficit, una cuestión sobre la que el presidente español dijo compartir a pesar de reconocer no haberla tratado con sus socios comunitarios.

SICAV y sociedades

En su intervención, Rajoy buscó la complicidad del resto de grupos, especialmente la de CiU y PNV. Sin embargo, se encontró con un rechazo frontal. Desde Amaiur, el diputado Rafa Larreina le recriminó haber «perdido» la oportunidad de abogar por un modelo europeo «comprometido con la solidaridad» y defendió la soberanía vasca como receta contra la crisis. Además, instó a Rajoy a cambiar la fiscalidad de las SICAV y las sociedades patrimoniales como modo de incrementar los ingresos.