La FAO apuesta por vincular producción local y consumo en los países pobres
GARA | ROMA
Tres cuartas partes de los 925 millones de personas que pasan hambre en el mundo viven en zonas rurales de países pobres, y mejorar su capacidad de producción y acceso a los alimentos es la clave para combatir este problema, según el director general de la FAO, José Graziano da Silva. «Se trata de productores pobres, con las tasas de productividad más bajas. Tenemos que mirar ahí para encontrar la respuesta al problema del hambre», dijo ayer Graziano da Silva en una conferencia organizada por «The Economist» sobre la capacidad del mundo para alimentar a 9.000 millones de personas en el año 2050.
Graziano da Silva subrayó la necesidad de aumentar la producción y mejorar la distribución en los países pobres, y combinarlo con medidas que mejoren el acceso a los alimentos.
Así, abogó por «potenciar los vínculos entre la producción local y el consumo a través de programas de dinero en efectivo por trabajo y transferencias de dinero en efectivo». Estas medidas, «no solo incrementan la capacidad de recuperación de las familias, sino que estimulan la producción y los mercados locales al traducir sus necesidades alimentarias en un impulso del consumo», afirmó.