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REVUELTA EN SIRIA

El Ejército sirio bombardea Homs sin descanso para acabar con el foco rebelde

El Ejército sirio bombardeó la ciudad de Homs por quinto día consecutivo para acabar con los barrios donde la insurgencia armada mantiene focos de resistencia. El ataque de ayer dejó al menos medio centenar de muertos.

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GARA | DAMASCO

Por quinto día consecutivo, el Ejército bombardeó varios barrios de Homs, bastión de los insurgentes, con artillería pesada, y causó al menos 50 muertos, según los opositores, que relataron que las telecomunicaciones y la electricidad se cortaron, la infraestructuras han quedado destruidas y la alimentación se hace cada vez más difícil. Según Omar Chaker, un activista de Homs, el bombardeo, centrado en el barrio de Bab Amro, parece destinado a preparar el terreno para el asalto terrestre. Los opositores afirman que desde el viernes han muerto ya 400 personas en la ciudad. Además, entre las víctimas, los Comités de Coordinación Local contabilizaron al menos 18 bebés, fallecidos al dejar de funcionar sus incubadoras por el corte del suministro eléctrico.

El Ministerio de Sanidad sirio negó estas informaciones y aseguró que los hospitales de Homs funcionan con normalidad. Por contra, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció que «Siria vive una ola de terror» con el uso de artillería pesada contra la población civil.

El Gobierno sirio insistió, en que Homs es un refugio de «grupos terroristas» a los que responsabiliza de actos de violencia contra los civiles. Entre ellos, el estallido de artefactos en Bab Amro, la explosión de un coche bomba en el barrio de Al Bayada y el lanzamiento de misiles contra una refinería. También dijo haber hallado en la ciudad fusiles de precisión y misiles procedentes de Israel y EEUU.

Los opositores dieron cuenta también de la muerte de al menos 19 personas en otros enclaves, sobre todo Zabadani, a 30 kilómetros de Damasco y Rastan, zonas en las que las tropas insurgentes se han hecho fuertes.

La promesa de Al Assad al ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, de acabar con la violencia «venga de donde venga» fue ignorada por los estados occidentales. Después de las sanciones, del cierre de la embajada de Estados Unidos, y de la retirada de los embajadores europeos y los de las monarquías del Golfo, la UE dijo que se prepara par auna eventual evacuación de sus ciudadanos de Siria.

Por su parte, la Casa Blanca adelantó que Estados Unidos mantiene «discusiones muy activas» con sus socios internacionales para tratar de decidir próximos pasos, tras el bloqueo de la resolución que quería sacar adelante en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Rusia se niega a aceptar como condición la salida de Al Assad

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, insistió ayer en que no aceptará ninguna injerencia en Siria y exigió a los países occidentales y a las monarquías del Golfo a que «no se comporten como un elefante en una tienda de porcelana». «Hay que dejar a los sirios que decidan su futuro por ellos mismos», añadió Putin. De esta forma reforzó las declaraciones del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, a su regreso de su encuentro en Damasco con Bashar al Assad. Lavrov rechazó la condición de que Al Assad deje el poder y subrayó que son los propios sirios, en las negociaciones entre el poder y la oposición, quienes deben decidir sobre esa posibilidad.

También el presidente ruso, Dmitri Medvedev, pidió evitar «medidas unilaterales precipitadas» para resolver la crisis siria, en particular en la ONU. Medvedev hizo esta demanda en una conversación telefónica con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, quien, a su vez, le reclamó «el pleno apoyo» al plan de la Liga Árabe sobre Siria con el fin de que convenza a Al Assad de que deje el poder. Pero Rusia insiste en que rechaza repetir el guión de Libia en Siria, una idea que subrayó Putin. El primer ministro ruso recordó que en algunas ciudades libias que apoyaban al régimen del coronel Gadafi «se producen hoy terribles abusos pero nadie habla de ellos. Son las terribles consecuencias de las injerencias, sobre todo si son militares», añadió.

Putin se encuentra a tres semanas de las elecciones presidenciales en las que es candidato y la oposición rusa ve razones electorales en la postura de fuerza rusa. GARA

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