La expedición rusa liderada por Viktor Kozlov no ha podido con la primera invernal al K2 (8.611 m). Y, además, ha perdido a uno de sus miembros: Vitaly Gorelik. Moría el pasado lunes, en el campo base, por neumonía e insuficiencia cardíaca. El médico de la expedición, Serguey Bychkovsky, no pudo hacer nada para reanimarle. Además, hay que tener en cuenta que el helicóptero de rescate no pudo evacuar a Gorelik por el mal tiempo.

Tal y como esperaban los rusos, el K2 en invierno iba a ser una tarea demasiado complicada. Y la realidad ha vuelto una vez más a imponerse. En el caso de Gorelik, éste junto a Nickolay Totmjanin y Valery Shamalo permaneció desde el 28 hasta el 31 de enero en altura. Superaron los 7.000 metros, llegando a fijar cuerda hasta los 7.050 metros.

Desde el campo base les avisaron que un huracán se aproximaba, y el trío decidió regresar. Pero la situación de Gorelik no era nada buena. Llegaba a la base con congelaciones en ambas manos. La situación se complicó, ya que el helicóptero que habían solicitado para evacuar a Gorelik no pudo acercarse por el fuerte viento que había

El estado del alpinista empeoró, y el médico de la expedición no pudo hacer nada para reanimarle. Una vez conocida la muerte de Gorelik, el líder Kozlov decidió poner fin a la expedición.

Selección rusa

Gorelik formaba parte de un grupo muy experimentado en el ochomilismo. Junto a él trabajaron en las laderas del K2 ilustres alpinistas como Andrew Mariev, Vadim Popovich, Alexey Bolotov, Nickolay Totmjanin, Valery Shamalo, Vladimir Belous, Eugeny Vinogradsky e Iljas Tukhvatullin. Es decir, parte de la flor y nata de los especialistas rusos en el ochomilismo.

El alpinista fallecido ya contaba con el K2; además por una vía nueva abierta en su cara oeste en el 2007. Un dato más de su currículo: en el 2010 estuvo entre los 6 nominados al Piolet d´Or por la ruta abierta junto a Gleb Sokolov en el Pico Pobeda.

Sobre el desarrolo de la expedición invernal rusa al Chogori hay que señalar que la cota máxima alcanzada fue la de los 7.200 metros. El primer percance grave lo sufrieron el pasado 24 de enero, justo cuando habían conseguido fijar hasta el C2 situado a 6.350 metros. Los vientos huracanados barrieron el C1. «El viento rasgó la tienda y se llevó el material volando; menos mal que teníamos los arneses y las botas puestas», señalaba Bolotov. El descenso fue muy duro, en medio de condiciones extremas de frío y viento. Además un alpinista bajó sin crampones, lo que hizo ralentizar el descenso. El resultado: Belous fue evacuado con congelaciones.

En términos generales eso es lo que ha dado de sí la expedición rusa, que tenía como objetivo escalar la «Cesen» hasta los 7.560 metros, y de allí a cima por una nueva línea.