Los orígenes del Lokomotiv moscovita se remontan a la campaña 1922-23, cuando en el grupo B de la Liga Metropolitana de Moscú aparece el equipo de los Trabajadores de la via ferroviaria Moscú-Kazán.

En 1936 -en plena industrialización estalinista- fue rebautizado con la denominación definitiva FC Lokomotiv de Moscú, para ser incluido en la primera Soviet Top League. En la época soviética estuvo vinculado al Ministerio de Transportes. Sin la capacidad de influencia de los otros clásicos clubes capitalinos como el Dinamo (Ministerio del Interior-KGB), CSKA (Ejército) o el popular Spartak, el Lokomotiv solo conquistó dos títulos de Copa (1936 y 1957).

En la Rusia postsoviética el club pertenece y es la imagen de marca de la Empresa Estatal de Ferrocarriles Rusos. Ha sido campeón de la Russian Premier League en 2002 y 2004, y de la Copa de Rusia en cinco ocasiones, la última en 2006-07, y sus hitos en competiciones europeas son dos semifinales de la Recopa de Europa. Desde 2002, el Lokomotiv es el único de los grandes clubes rusos que cuenta con un estadio propio y vanguardista. Y desde 2010 está gestionado por una mujer, la presidenta Olga Smorodskaya.

El portugués José Couceiro es su entrenador desde julio de 2011. Con experiencia previa como seleccionador de Lituania, se ha adaptado `a lo ruso' desde una personalidad sencilla y alejada del mensaje excesivo de los técnicos occidentales. Tras su incorporación, el equipo encadenó 13 partidos sin perder en todas las competiciones.

Couceiro es un técnico pragmático y metódico que ha introducido en el Lokomotiv un estricto sistema de rotaciones, más trabajo con balón en los entrenamientos, y la preparación específica con reiteradas sesiones de vídeo durante la semana.

Actualmente, el Lokomotiv es el 5º clasificado de la Russian Premier League, tras disputarse 32 de las 44 jornadas de esta excepcional temporada de transición al calendario interanual.

El esquema por defecto del equipo es el 4-2-3-1, con predominio de jugadores con capacidad técnica y atlética. Su estilo está basado en la entrega constante y la presión sobre el poseedor del balón. En ataque combinan el juego directo con balones largos desde la defensa, las acciones individuales y combinaciones rápidas con mucha movilidad, que frecuentemente terminan con disparos desde la media distancia.

En un análisis por líneas, el portero titular es el brasileño Guilherme, muy ágil, buenos reflejos y fama de parapenaltis (estudia vídeos de los lanzadores rivales). En los laterales dos internacionales: Roman Shishkin en la derecha -voluntarioso y buena conducción de balón, se incorpora frecuentemente al ataque, aunque le cuesta seguir a rivales rápidos y las combinaciones dos contra uno-; y el tártaro Yanbaev por la izquierda, con una velocidad extraordinaria, ambidiestro y capaz de completar acciones individuales hasta el área rival, difícil de superar.

La pareja de centrales es su parcela más vulnerable. El eslovaco Jan Durica, el portugués Da Costa y el joven internacional sub´21 Taras Burlak responden al mismo patrón: centrales fuertes, expeditivos, que recurren al balón largo como primera opción, muy bien de frente y control del juego aéreo, pero lentos y sufriendo mucho con balones en profundidad a sus espaldas.

En el mediocentro, el aragonés Alberto Zapater es un fijo en el once desde su llegada en verano. Su rol es el de ancla del equipo, guardando siempre la posición, con buen toque, llegada y aplicado en tareas defensivas. Su participación en la elaboración del juego es menor debido al estilo directo. Con Zapater, el internacional Denis Glushakov es el jugador más cotizado. Se desempeña como interior, aporta mucha capacidad de trabajo y recuperación entre las dos áreas y potente disparo de la frontal.

El tercer mediocentro es el ingusetio Magomed Ozdoev, internacional sub'21, que combina buena técnica individual y rigor táctico. Para esa posición acaba de llegar el internacional bielorruso Jan Tigorev, pivote defensivo que sabe interceptar muy bien el balón, idóneo para el sistema de presión del Lokomotiv.

En las posiciones de volante cuenta con más opciones. En la derecha, Vladislav Ignatiev se ha metido en el once aportando intensidad, profundidad y buen disparo desde larga distancia. El internacional sub´21 Maksim Grigorjev, que ha llegado en enero, es una alternativa real, más versátil y habilidoso.

En la izquierda cuenta con el internacional ruso Dmitri Trbinski, interior de rendimiento irregular y con brillante capacidad para combinar al primer toque; y con Dmitri Loskov (38 años), campeón y emblema del equipo, media punta clásico con mucha clase y excepcional golpeo de balón, que ha disputado todas las ediciones de la Russian Premier League desde 1992. Ambos han estado lesionados en el último tramo de temporada.

En su ausencia, en el puesto se han alternado el nigeriano Víctor Obina, extremo rápido y con buen disparo, y el delantero brasileño Maicon, rápido, con buen uno contra uno y mala finalización, que también puede partir desde la derecha. El puesto de `9' es para el ecuatoriano Felipe Caicedo, ex del Levante, un delantero total y poderoso físicamente que puede definir o asistir dentro del área y aguanta muy bien el balón de espaldas.

El exinternacional ruso Dimitri Sychev, con su velocidad y movilidad, puede acompañar a Caicedo en una variante más ofensiva 4-4-2 en doble pivote, sacando a Ozdoev del once. Esa variante será previsiblemente el esquema tipo del equipo tras la llegada del delantero Roman Pavlyuchenko, aunque el internacional ruso no puede participar en la Europa League que ya ha disputado con el Tottenham.

Olga Smorodskaya (Gomel, actual Bielorrusia, 1956) es la presidenta del club. En la época soviética llegó a ser secretaria de organización de la Liga de Jóvenes Comunistas. Licenciada en Economía y Matemáticas, en agosto de 1991 se unió a la gente que apoyaba en las calles el golpe de estado de Boris Yeltsin, en unos sucesos que ahora recuerda de modo confuso. En la pasada década completó una trayectoria en la Administración y la corporación pública Rosbank, y asumió la presidencia del club el 29 de julio de 2010, en un momento de descontento de los aficionados con la dirección.

Smorodskaya ha llenado de personalidad al Lokomotiv con humanidad, un carácter cercano y firmeza en sus decisiones. En 2010 purgó la directiva situando al exjugador Alexei Smertin como director deportivo y ahora vicepresidente; sometió a un proceso de catarsis al técnico Yuri Semin hasta que el club salió reforzado de la mala racha de resultados de 2010, acabando en posiciones europeas; y no accedió a rebajar el precio del traspaso del ucraniano Aliev al Dinamo de Kiev (6 millones).

En 2011, tras diez jornadas y en lo más alto de la tabla, despidió al entrenador Yuri Krasnozhan por sospechas de debilitar intencionadamente al equipo en la derrota ante el Anzhi Makhachkalá. También denunció al Rostov al entender que había fichado a tres jugadores del equipo reserva del Spartak a través de un club testaferro para pagar una compensación económica menor a su club de formación.

Su presencia es constante en el vestuario y en los entrenamientos, retratada en una silla envuelta en una manta. Concede numerosas y extensas entrevistas a todos los medios en un proceso de transparencia en que se preocupa públicamente por las relaciones personales de sus jugadores y cuestiona los códigos del fútbol ruso, como el reparto de los derechos televisivos. Así es este Lokomotiv.