La Diputación presenta un estudio que desaconseja ampliar Zabalgarbi
El diputado foral de Medio Ambiente, Josu Madariaga, presentó ayer un estudio técnico, en el que se propone «no construir por ahora la segunda línea de Zabalgarbi» prevista en el II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia. Por tanto, la ampliación de la incineradora se deja aparcada en el cajón. No obstante, el PNV avanzó que buscará el aval de PSE y PP para readecuar una política de tratamiento de basuras que a juicio de Bildu ha fracasado.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
La crisis económica ha desbaratado la política de inversiones en grandes infraestructuras impulsada por el PNV en la Diputación vizcaina. Primero fue el anunció del equipo de José Luis Bilbao de que, diez meses después de su aprobación, dejaba sin efecto el Plan Sectorial de Carreteras y el consiguiente proyecto de ejes radiales. Y ayer se ratificaba un secreto a voces: no es construirá «por ahora» la segunda línea de Zabalgarbi.
El mismo diputado que en marzo de 2008 aventuró que para este ejercicio habría que ir pensando en la construcción de la segunda línea de la incineradora, compareció ayer ante la Comisión de Agricultura y Medio Ambiente de las Juntas Generales para dar la palabra a los responsables de la consultora Cimas-Innovación y Medio Ambiente, autores de un estudio del que parte la segunda revisión del II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia (PIGRUB) 2005-2016. Las principales conclusiones son dos: «se propone no construir por ahora la segunda línea de Zabalgarbi», que se venía defendiendo como necesaria; y se plantea la constitución de un Consorcio de Residuos con la participación de la Diputación, mancomunidades y ayuntamientos del herrialde.
Madariaga insistió en que lo que se presentaba era un borrador y que la previsión de la Diputación es que a lo largo de 2012 se vayan tejiendo complicidades al menos entre los grupos políticos que han venido respaldando la política de tratamiento de residuos que ahora hay que reformar. Fue la constatación de la invitación formal del PNV a PSE y PP para que consensúen un nuevo pacto que avale la incineración de basuras.
Asier Vega, de Bildu, no se anduvo por las ramas y subrayó que las recomendaciones que se extraen del informe muestran que el PIGRUB «ha fracasado en su línea de flotación», por lo que apostó por la elaboración de un nuevo plan en el que se descarte la incineración.
En el documento se concluye que la generación bruta de residuos viene descendiendo desde 2007 y la previsión es que siga bajando, alejándose de las estimaciones fijadas en 2004, al elaborarse el II PIGRUB, y 2009, cuando se produjo la primera revisión. En 2007, según los datos aportados por la propia Diputación, se recogieron 696.091 toneladas cuando tres años antes habían sido 676.944 y en 2011 fueron 588.807 toneladas.
El descenso lo atribuyeron a «la crisis económica, la caída del consumo y la consiguiente caída de la generación de residuos», además del «impacto que las políticas de prevención puedan estar provocando». En el horizonte de 2016 se apunta a que, con cierto aumento del consumo, se alcanzarán las 613.753 toneladas de basuras, de los que una fracción irán a parar a la planta de Konpostegia -inaugurada en marzo de 2011- y a la vecina instalación de Tratamiento Mecánico-Biológico (TMB), cuya apertura se baraja para 2013 y que dará servicio a la totalidad de las basuras de Bizkaia, incluido Bilbo, que era el único municipio que no trataba los residuos urbanos generados de forma previa al vertido.
La incertidumbre sobre la evolución económica lleva a los autores del informe a vislumbrar que para 2016 se produzcan 158.538 toneladas de residuos industriales, comerciales e institucionales asimilables a domésticos, la misma cantidad que en 2010. Esa bajada global de generación de residuos por la crisis y la estimación de que las infraestructuras que ya existen son suficientes les lleva a concluir que la segunda línea de la incineradora «no resulta necesaria en la coyuntura actual».
Para dentro de cuatro años, aventuran que, de las 613.753 toneladas de residuos urbanos, 278.033 se harán por recogida selectiva y 335.720 en masa. Se reciclarán 291.248, se incinerarán otras 213.618, y a los vertederos de Jata y Artigas, una vez colmatado el de Igorre, irán a parar anualmente 31.343 tn.
La hipótesis más favorable del II PIGRUB situaba la generación de residuos urbanos en Bizkaia en 807.766 toneladas en 2016. Según la nueva revisión, tan sólo se alcanzarán 613.753.
«No es rentable»
Mientras Joaquín Colmenero (PSE) y Arturo Aldecoa (PP) saludaron las explicaciones y se limitaron a plantear algunos matices al borrador, Asier Vega (Bildu) solicitó un nuevo Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos, ya que las estimaciones de los responsables forales «han sido un fracaso». El apoderado soberanista fue más allá al afirmar que la segunda línea de Zabalgarbi no se va a construir porque no hay capital público para sustentar una inversión millonaria y porque los intereses privados que apoyaron el proyecto de la incineradora consideran que ya «no es rentable».
Vega incidió en que, aunque el diputado vizcaino de Medio Ambiente es el presidente del Consejo de Administración de Zabalgarbi SA, lo cierto es que el poder real de Josu Madariaga es limitado, ya que la mayoría del capital corresponde a intereses privados -el 60% a FCC y Sener-, mientras el otro 40% se lo reparten por orden de importancia Diputación, Ente Vasco de la Energía (EVE), BBK y Mancomunidad de Ezkerraldea.
El representante del primer grupo de la oposición indicó que el objetivo del capital privado es «obtener el máximo beneficio», por lo que le interesa que se generen residuos que quemar y obtener energía que vender. Es más, acusó a esos intereses de «especular» con los residuos para hacer negocio y acusó al PNV de «fomentar la mafia de las basuras».
No perdió la ocasión de denunciar el eufemismo de denominar a la incineración «valorización energética», cuando la quema de basuras lo que produce son emisiones contaminantes a la atmósfera en plena área metropolitana de Bilbo. También recordó la alarma que se generó a raíz de filtraciones a la conducción del Canal de Ordunte, que abastece de agua a buena parte de la capital.
A Madariaga no le gustaron las críticas de Bildu, pidiéndoles que se «olviden del discurso fundamentalista del siglo pasado» y llegando a la descalificación del modelo de tratamiento de residuos que la coalición pretende desarrollar en Gipuzkoa. Vega le reclamó más respeto y anunció que reivindicarán un modelo diferente al actual.
Vega (Bildu) dijo que el Plan de Gestión de Residuos «ha fracasado» y que la razón para que no se acometa la segunda línea de la incineradora tiene que ver con la falta de capital público y privado para impulsar la inversión millonaria.
La Diputación vizcaina elevará en mayo una propuesta a las Juntas Generales respecto a si se prorroga o no el convenio suscrito en 2008 entre la institución foral y el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), por el que anualmente se depositan 25.000 toneladas de basuras en el vertedero de Igorre. Fue la conclusión que se obtuvo de la comparecencia del titular de Medio Ambiente, Josu Madariaga, quien informó de la reunión que mantuvo durante «cinco o diez minutos» el 19 de enero con Juan Carlos Alduntzin, su homólogo guipuzcoano, a quien solicitó datos de cómo van los planes en Gipuzkoa para tratar los residuos y, a partir de ahí, decidir.
Madariaga señaló que Alduntzin le manifestó su voluntad de que el convenio se prorrogue y avanzó que Bizkaia no va a entrar a valorar la política de gestión de la Diputación de Gipuzkoa «por respeto institucional». Idoye Errazti, de Bildu, incidió en que el convenio se está cumpliendo -lo que ratificó el diputado foral- y que, si desde Gipuzkoa se precisa de más tiempo, «habrá que dárselo». PSE y PP parecen inclinarse por no prorrogar el acuerdo. A.G.
Al diputado vizcaino de Medio Ambiente no le gustaron las críticas de Bildu, por lo que acusó a la coalición soberanista de plantear «un discurso fundamentalista del siglo pasado». El jeltzale tendió la mano a un pacto a PSE y PP.