El tema económico gana peso en la liza entre Salmond y Cameron
La cuestión económica está cobrando fuerza en la confrontación entre Edimburgo y Londres en torno al futuro referendo de autodeterminación de Escocia. La reunión, sin avances significativos, entre Alex Salmond y David Cameron estuvo precedida por sus declaraciones en torno a la situación económica de Escocia, ya que mientras Cameron señalaba que su unión a Gran Bretaña le permite ser «más rica», Salmond defendía la viabilidad económica de la independencia escocesa.
GARA | EDIMBURGO
El primer ministro británico, David Cameron, prometió el jueves en Edimburgo luchar con «todas sus fuerzas» por la unidad de Gran Bretaña frente a propuesta independentista de su homólogo escocés, Alex Salmond, una batalla en la que cada vez tienen mayor peso los argumentos económicos.
Cameron y Salmond mantuvieron ayer su primera reunión en torno al referendo sobre la independencia que el Gobierno escocés plantea llevar a cabo en 2014 y el primer ministro escocés defiende con uñas y dientes.
Salmond se reunió hace varias semanas con el secretario de Estado británico para Escocia, Michael Moore, en Londres, un encuentro en el que, dijo, se produjeron «modestos avances». A diferencia de entonces, la cita de Edimburgo, según Cameron, concluyó «sin grandes progresos» sobre la cuestión clave de la independencia de Escocia, según Cameron, lo que consideró «frustrante» a pesar de tildar de «constructiva» la reunión.
No obstante, Salmond se mostró algo más positivo al admitir que, «aunque no hay acuerdo, las cosas han avanzado de forma bastante sustancial».
«Si hay una fuerte demanda de la Escocia civil, de los sindicatos (...) los políticos deberían, cuando menos, escuchar», apuntó Salmond, quien defiende que una Escocia independiente es viable económicamente y también beneficiosa para el resto de las regiones británicas.
En su discurso previo al encuentro con su homólogo escocés, Cameron reconoció que hay argumentos a favor de la independencia escocesa, pero puntualizó que lo «más positivo» para Gran Bretaña es «estar unidos», y señaló que sería «triste» que los escoceses optaran por independizarse y que esa opción tendría «consecuencias» económicas, políticas y sociales.
«¿Por qué? Pues bueno, primero de todo, seamos prácticos. Dentro del Reino Unido, Escocia es más fuerte, más segura, más rica y más justa», aseguró.
El «premier» británico incidió en que los escoceses «son ahora parte de la séptima economía mundial» y tienen la libra, una divisa que «les permite pedir prestado a tasas de entre las más bajas de Europa».
Sostenible económicamente
El líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), que defiende la viabilidad económica de su propuesta de independencia por- que considera que se apoyaría en la capacidad de esa región británica de producir energía «mejor y más barata», barrió el miércoles ese argumento.
Escocia dispone del «25% del potencial europeo en materia de energía mareomotriz, del 25% de su potencial en energía eólica y del 10% de su potencial en energía olamotriz; no está mal para una nación con menos del 1% de la población de Europa», indicó.
Estimó que, si Escocia fuera independiente desde 1979, tendría actualmente unos recursos fiscales de entre 87.000 y 117.000 millones de libras (104.500 y 140.000 millones de euros, respectivamente).
Señaló que las energías renovables serían la base de la «reindustrialización» de Escocia, que dispondría, además, de «al menos 40 años de reservas de gas y petróleo».
«Una Escocia independiente seguiría políticas ambiciosas y responsables. Utilizaríamos los recursos naturales de Escocia y su mano de obra cualificada para construir una economía sostenible», aseguró Salmond.
Escocia forma parte de Gran Bretaña a través del Acta de Unión de 1707, pero Salmond no duda que que la independencia será beneficiosa.
Por contra, Cameron defendió la unidad con el argumento de que «somos más fuertes porque juntos importamos más en el mundo, con un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, una influencia en la OTAN y en Europa y una influencia única con los aliados en todo el mundo», y consideró también que siendo parte de Gran Bretaña estará más segura frente a las amenazas externas.
Londres acepta el referendo, pero quiere controlar los términos del mismo. Salmond quiere la consulta para otoño de 2014 cuando se cumplen 700 años de la batalla de Bannockburn, mientras que Cameron está a favor de que el plebiscito se celebre el año próximo para impedir la suma de más apoyos a la opción independentista.
El Ejecutivo británico es partidario de que los escoceses respondan tan solo a la cuestión de si quieren que Escocia continúe dentro de Gran Bretaña, pero Salmond defiende una opción «más abierta» a la voluntad de los ciudadanos.
David Cameron y Alex Salmond se reunieron ayer para hablar del futuro referendo independentista de Escocia, sin que lograran acercar posiciones. El británico tildó de «frustrante» la falta de progresos, aunque el escocés dijo que «se ha avanzado sustancialmente».
El Parlament de Catalunya expresó en una moción aprobada ayer su apoyo a la voluntad expresada por el Gobierno de Escocia de celebrar un referendo de autodeterminación para decidir su futuro.
David Cameron defendió la permanencia de Escocia en Gran Bretaña, pero no descartó la posibilidad de darle más competencias si los escoceses rechazan la independencia. Al final de la reunión, Alex Salmond señaló que no hubo tampoco acuerdo sobre cuestiones relativas a una mayor autonomía de Escocia y pidió a su homólogo que marque un calendario detallado sobre su oferta.
En sus declaraciones previas a la BBC, Cameron dijo que es bueno preguntarse de qué manera se funciona mejor desde la unidad. «¿Hay poderes que pueden ser devueltos? ¿Cómo podemos hacer para que el Reino Unido trabaje mejor?», declaró el «premier», en clara referencia a que está dispuesto a darle a Escocia más autonomía de la que tiene para evitar la independencia.
Preguntado sobre si concedería mas poderes a Escocia, Cameron respondió estar «muy dispuesto (a ello). Yo creo en la devolución. Y no quiero decir devolución en términos de poder. Quiero decir devolución en cuando a pedirle a la gente un mayor control de sus vidas», informó Efe. «No estoy diciendo que Escocia no pueda estar sola, por supuesto que Escocia puede, como puede hacerlo Inglaterra, pero espero que eso no pase», agregó.
Cameron no detalló que tipo de competencias ofrece a Edimburgo en caso de que los escoceses se muestren contrarios a la independencia en el referendo. «Lo que estoy ofreciendo es que, si la respuesta es que Escocia quiere permanecer dentro de Gran Bretaña, entonces habrá otras opciones de `devolución' sobre la mesa, que podemos debatirlas, como hemos hecho en el pasado», añadió. GARA