La presa política Itziar Moreno encarcelada en la prisión francesa de Dijon continúa en el mitard al que fue conducida el pasado 6 de febrero tras sufrir una agresión por parte de varios funcionarios.

El altercado se originó cuando la joven bilbaina, que se dirigía al gimnasio, fue interceptada por dos funcionarios que se lo impideron. Moreno exigió la presencia de un responsable que le notificó que no tenía permiso para acceder al gimnasio cuando previamente ya lo tenía concendido. En protesta por la negativa, se sentó en el suelo y fue entonces cuando recibió varias patadas que le produjeron hematomas.

Después de los incidentes fue sancionada a 30 días de aislamiento en la celda de castigo.

La santzurtziarra Oihana Garmendia, que también se encuentra en el mismo centro penitenciario, está confinada en su celda con tan solo una hora de patio al día.

Tensión contínua

En ocho meses, las dos presas han estado varias veces en el mitard. Los incidentes se repiten por las condiciones carcelarias y por las provocaciones de las que son objeto ellas y sus familias. En enero llevaron a cabo una huelga de hambre que abandonaron cuando el juez prometió un traslado a otro centro que aún no se ha dado.