Día grande del baloncesto vasco en la Copa
Prigioni y Milko Bjelica le quitan el caramelo a un gran Lagun Aro GBC
Caja Laboral Baskonia sigue su andar invicto en los derbis de la Copa. Ahora bien, ayer también volvió a sufrir, y cómo, ante un bravísimo Lagun Aro GBC que llegó al descanso con 10 puntos de renta: 28-38, con un Baron espectacular. Tras el paso por los vestuarios, Prigioni y Milko Bjelica tomaron las riendas de la remontada gasteiztarra ante un Gipuzkoa Basket que, después de un mal tercer cuarto, aún tuvo fuerzas para hacer sufrir a los gasteiztarras, aunque sin premio.
CAJA LABORAL BASKONIA 72
LAGUN ARO GBC 65
Arnaitz GORRITI | BARCELONA
Con el caramelo en la boca... del Caja Laboral Baskonia, después de que los donostiarras estuvieran cerca de saborearlo. Milko Bjelica y Pablo Prigioni se asociaron para voltear un derbi que se le puso muy cuesta arriba al conjunto gasteiztarra, después de que Gipuzkoa Basket llegara al descanso con un impresionante 28-38 en el marcador, guiado por Jimmy Baron y la dirección de Raulzinho Neto.
Un 27-11 del tercer parcial cambiaría las tornas del duelo y, aunque los de Sito Alonso volverían a la carga, teniendo incluso un tiro para adelantarse con 59-58 en el luminoso, el dúo protagonista, más Teletovic, supo amarrar el resultado.
Fue el duelo Teletovic-Panko lo que marcó la pauta en los primeros compases. Pese a la merma física del de Harrisburg, agravada por sus dos rápidas faltas, no le perdió la cara al inicio encendido del bosnio, y fue una canasta suya lo que le dio una exigua ventaja a los de Sito Alonso, 7-8, contestada por Teletovic y un triple de Prigioni. Por cierto, que del esperado duelo entre San Emeterio y Vidal, poca cosa. Vidal, con errores y todo, llegó a emerger. Del alero cántabro, absolutamente nada.
El Baskonia, con una defensa cada vez más fuerte, parecía querer abrir brecha, logrando adelantarse 14-10, pero Sito Alonso paró el partido, y acertó de pleno sacando a jugar a Raulzinho Neto, Lorant y Jimmy Baron. Sobre todo al escolta.
El «búho» de Rhode Island se resarció del mal partido jugado en diciembre en el Iradier Arena con 12 tantos en el segundo cuarto. Con la colaboración de Raulzinho Neto y Peter Lorant, que paró en seco a Teletovic, Gipuzkoa Basket se adelantó en el marcador, abriendo una brecha cada vez mayor, que llegó a la decena con 28-38, al descanso. Los hinchas guipuzcoanos gritaban «¡sí, se puede!», mientras que los baskonistas... callaban.
A todo esto, Maciej Lampe dispuso de sus primeros minutos, aunque no lograba aportar. Solo Brad Oleson se salvó en este tramo del partido.
Actividad ante inactividad
Los ánimos se templaron en el período de receso, cosa que vino muy bien para el Caja Laboral Baskonia, que salvaba su primer mal momento con un parcial de 7-0, con un Milko Bjelica protagonista. Prigioni se valió de su movilidad, amén de que su rival saltó a la cancha mucho más inactivo que de costumbre.
Por su parte, Lagun Aro GBC hallaba en los tres primeros puntos de Vidal la forma de desatascar el ataque donostiarra. Sito Alonso, viendo que además Betts y Lorant se habían cargado de faltas, quiso parar el partido con otro tiempo muerto. Pero para entonces, tras una buena asistencia de Ribas, se certificaba la voltereta: 43-41, tras encajar un parcial de 13-3.
La sociedad Milko Bjelica -Nemanja saltaría más tarde- y Ribas, con Prigioni erigido en ladrón de guante blanco, abrió la brecha para los gasteiztarras hasta el 49-41, y ya ni Baron replicaba. Un fade away de Teletovic subía el 51-41. Lagun Aro GBC se estaba dando cuenta de lo que supone jugar la Copa ante un rival experto.
Los donostiarras, al fin, respiraron cuando Panko cortó la racha con un triple desde «su» esquina. Por desgracia para los de Sito Alonso, Panko cometía su cuarta falta en la siguiente jugada. Los nervios hacían mella en las muñecas de Teletovic y Doblas a la hora de definir en los tiros libres. La renta gasteiztarra estaba estabilizada sobre los diez tantos, pero un triple de Sergi Vidal sobre la bocina ponía el final del tercer cuarto en solo seis tantos: 55-49.
Lagun Aro, cerca de voltear
De tres en tres, con dos canastas lejanas de Baron y Panko, y un enorme «dos más uno» de Vidal, el marcador volvió a apretarse a 59-58. La crisis guipuzcoana había acabado. ¡Total!, ya puestos en faena, para qué sufrir cuando es más divertido hacer sufrir al rival... y a los aficionados... de ambas hinchadas.
Pudo adelantarse el cuadro guipuzcoano, pero el tiro a tablero de Neto se salió, y Milko Bjelica no perdonó desde el triple. Un airball de Doblas fue el preludio de otra canasta fácil de Bjelica. El intercambio de golpes posterior dejaba el marcador en 68-63 a falta de dos minutos, que podrían haber sido menos, de haber materializado Sergi Vidal su contragolpe. Pero su pase se marchó fuera.
Un triple errado por Baron y un «dos más uno» de Milko Bjelica a pase de Prigioni -resumen perfecto del duelo-, en el último minuto, certificó la sufrida victoria baskonista ante un Lagun Aro GBC que mereció más.
La clave estuvo en el tercer cuarto. La «irregularidad» baskonista hasta el momento, confesada por el propio Dusko Ivanovic, quedó compensada con el «orgullo» donostiarra, tal y como afirmó un Sito Alonso «serio pero contento».
Ivanovic elogió a Gipuzkoa Basket antes de hacer autocrítica. «Lagun Aro GBC está demostrando que juega uno de los mejores baloncestos. Tiene muy buena circulación de balón y cuando tiene acierto, es muy difícil defenderlo. Es mérito suyo, pero también fruto de nuestra mala defensa».
«En la segunda mitad hemos estado más vivos, atentos y concentrados. Por suerte, hemos remontado bastante rápido y más tarde hemos controlado bien».
Sobre la irregularidad, asumió que «tenemos muy buenos momentos en los partidos, pero también malos. Si queremos ser aspirantes reales para ganar algo, debemos mejorar eso», remachó.
«Estoy especialmente contento con el trabajo de los jugadores», replicó un Sito Alonso que quiso quedarse exclusivamente «con lo bueno».
«Es muy fácil hablar ahora del tercer cuarto, pero yo querría mirar todo el lado positivo. Lo del tercer cuarto, debemos ser más listos y ayudar a los árbitros a no pitarnos esas faltas. Pero, con diez puntos abajo, hemos tenido dos situaciones claras para ponernos por delante a menos de tres minutos, y las pérdidas en ventaja nos han condenado», acabó. A. G.
«Primero, felicitar a nuestro público, que otra vez está demostrando su grandeza», señaló Dusko Ivanovic sobre la hinchada baskonista al final del partido. Para entonces, azules -con la colaboración de los aficionados del Lucentum Alicante- y rojos se habían retado en un duelo singular a ver quién animaba más. El resultado, pese a que el Sant Jordi no estaba lleno, un eco atronador.
Separadas ambas aficiones como si de hinchadas hostiles se tratasen, y con los «legionarios» -y demás- de Gipuzkoa Basket en las gradas superiores, no hubo problemas para que se escuchasen con sus cánticos habituales. Los baskonistas recuperaron sus hits como «¡Dale Ramón!», mientras que los donostiarras, amén de protestar las faltas de sus interiores con el conocido «¡Qué fácil es, pitar al GBC!», versionearon el antiguo «¡Sergi Vidal, ídolo local!», con un «¡es un animal!», que ya ha calado.
Los hinchas gasteiztarras se olvidaron esta vez de su división con Dusko, y no dejaron de animar en ningún momento -esta vez no hizo falta ninguna charanga-, aunque algún toque provinciano «¡bilbaino el que no bote!», llegara a descolocar.
Mientras, el «¡sí, se puede!» guipuzcoano no dejó de sonar incluso con el partido ya perdido para los de Sito Alonso. Por cierto, el técnico de Monzón también volvió a elogiar a los suyos en la rueda de prensa tras el derbi. A. G.