La convocatoria de huelga en AISA fue aprobada en una asamblea celebrada el pasado jueves, con el apoyo de 25 trabajadores, el rechazo de 9 y cuatro votos en blanco, según informó el comité de empresa.

Con este paro indefinido, la plantilla reclama la reincorporación de los trabajadores despedidos y «buscar negociando con la dirección otras alternativas que no sean despidos traumáticos».

La empresa produce piezas en exclusiva JIT (Just in time) para chapistería de Volkswagen.

La protesta en la empresa proveedora de Volkswagen se produce una semana después de que 303 trabajadores eventuales dejaran la planta de Landaben por el cierre de la segunda línea de montaje, conocida como la MLD, que no ha llegado al año de funcionamiento.

Además, otros 102 más dejarán de trabajar en la fábrica en las próximas semanas -52 de ellos el viernes 24 de febrero y los otros 50 el viernes 9 de marzo-, según fuentes sindicales.

La desaparición de estos 405 puestos de trabajo dependientes de la segunda línea de montaje, de la cadena principal, de chapa, de motor y de pintura, entre otras áreas, reducirá a 170 los eventuales que van a quedar en la fábrica vinculados a las tareas de taller.

La dirección de la compañía fundamenta la reducción de este contingente en la disminución de la demanda en el mercado europeo, lo que ha llevado a rebajar la producción en 9.950 vehículos respecto al programa inicial de 295.130 unidades.

Desde el pasado lunes, es la cadena principal la que cubre la demanda de producción exigida para 2012, un total de 285.180 coches, a un ritmo de 1.408 unidades diarias, frente a los 350.000 que llegó a fabricar el pasado año.