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Maite SOROA | msoroa@gara.net

Díez y Fernández

Continuaba ayer el revuelo en la caverna mediática a raíz del enfrentamiento verbal entre Rosa Díez y Jorge Fernández Díaz.

«El Mundo» seguía con «Rosa de España» desde su primera página, en la que afirmaba: «No es habitual que la izquierda abertzale jalee abiertamente a un ministro del Interior español. Ayer lo hizo, tras observar cómo Jorge Fernández Díaz traspasaba el pasado miércoles una de las líneas rojas del Partido Popular en materia antiterrorista reconociendo, en sede parlamentaria, `la dimensión política' de ETA». Tanto como jalear... lo que dijo la izquierda abertzale fue que percibe las palabras del ministro como «un paso en la buena dirección». Sin embargo, a los de Pedro Jota les parece mal cualquier estrategia que no se base en negar la evidencia.

En el mismo diario, Federico Jiménez Losantos dedicaba al ese asunto sus «comentarios liberales», mostrando su sintonía con Rosa Díez: «Por eso fue serio el debate y por eso fue grave que lo perdiera el ministro del Interior, ya que lo discutido era la ilegalización de todas las franquicias etarras -nítida en el programa electoral del PP y de UPyD-, que es, junto a los derechos lingüísticos, la primera trinchera en que se defiende una nación». La española, entre otras, se ha «defendido», más que con los derechos, con la imposición lingüística.

A continuación daba la impresión de que hablaba de los polis bigotudos del cómic de Hergé, Hernández y Fernández (originalmente Dupont y Dupond): «Díez preguntó a Díaz por qué el Gobierno no promueve ya la ilegalización de Bildu y la totalidad del tinglado etarra. Díaz respondió a Díez que esperaban la sentencia del Constitucional. Díez replicó a Díaz (...)».

«Abc», en cambio, apenas dedicaba espacio a la polémica, pero titulaba la columna en que lo hacía: «El PP recuerda a Rosa Díez su pasado favorable a negociar con ETA». Servidora creía que era de las pocas que recuerdan las peripecias de Rosa Díez en su carrera política, pero resulta que también el pepero Iñaki Oyarzábal las recuerda: «para argumentar sus acusaciones [Oyarzábal] se remontó a su pasado, cuando militó en el PSOE y formó parte del Ejecutivo vasco presidido por el nacionalista Ardanza. `Lo mismo estaba a favor de los GAL que de las negociaciones de Argel' o era `defensora de seguir con los nacionalistas cuando pactaron con ETA en Estella', sentenció Oyarzábal». Cierto. Vaya, vaya, cómo refrescan al memoria algunos, cuando les conviene.

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