HUELGA GENERAL EN EUSKAL HERRIA
Reclaman un 29-M masivo contra la precarización y por la soberanía
La mayoría sindical vasca llamó ayer a la sociedad vasca a «parar Euskal Herria» el 29 de marzo para rechazar la octava reforma laboral que «solo persigue bajar salarios y llevar al extremo máximo la precariedad laboral», como explicó Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, a las puertas de la sede del Gobierno de Patxi López en Bilbo al presentar la convocatoria.
Juanjo BASTERRA | BILBO
La convocatoria de la cuarta huelga general por parte de la mayoría sindical vasca, conformada por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS y EHNE provocó reacciones contrapuestas. En Bilbo y en Iruñea presentaron la convocatoria de manera oficial. En Galicia, el sindicato CIG también ha convocado un paro general el 29 de marzo. Todos consideraron que hay razones más que suficientes para llevar adelante una protesta general debido a la grave agresión que supone el texto que aprobó el Gobierno español de Mariano Rajoy (PP) contra los derechos laborales.
El sindicato de transportistas Hiru puntualizó ayer que todavía sus órganos ejecutivos no habían decidido sobre la misma. Mientras, CCOO y UGT se centraron en la movilización que llevarán a cabo mañana domingo en Bilbo, coincidiendo con otras convocatorias en el conjunto del Estado español, en contra de la octava reforma laboral.
Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, llamó a los trabajadores y a la sociedad a «que salgan a las calles y paren Euskal Herria el próximo 29 de marzo». A su juicio, la reforma laboral no persigue otra cosa que «bajar salarios y llevar hasta el extremo la precariedad en el mundo laboral».
Para la dirigente sindical, el PP otorga a los empresarios «todas las demandas que han reclamado históricamente. Nos hace retroceder un siglo en las relaciones laborales, con el único objetivo de que sea patronal la que se siga enriqueciendo a costa de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores» y, en cambio, la sociedad «continuará empobreciéndose».
Remarcó, sin embargo, que hay alternativas a esta crisis y al modelo neoliberal como es «el reparto de la riqueza, del trabajo y la construcción de un nuevo modelo social que garantice los derechos sociales».
Soberanía
Para ello, reclamó que «seamos nosotros los que decidamos la salida a la crisis en Euskal Herria», porque «nos preocupa que nos quieren uniformizar al resto del Estado español, cuando deberíamos estar mirando a Europa, haciendo un recorrido que no deteriore las condiciones de vida y las condiciones laborales. Porque las medidas uniformes a la española suponen un deterioro constante y están dirigidas al empobrecimiento». Emplazó al PNV para que tenga en cuenta esa situación y dejó claro que «la sociedad vasca es la que se debe adherir a la huelga. No ponemos límites».
Amaia Muñoa, secretaria general adjunta de ELA, destacó que «se nos exige la convocatoria de la huelga para defender las condiciones de trabajo y de vida». Destacó que la huelga es en favor de «los intereses de los que tienen y no tienen empleo, los de con contrato y sin contrato, los pensionistas, los empleados públicos. De toda la gente afectada y atacada, porque la reforma, que supone una sangría y una pérdida de derechos como nunca habíamos tenido». La dirigente sindical añadió que «la única vía que tenemos para defendernos es la lucha colectiva, en los ámbitos de trabajo y en la calle», por lo que afirmó que «es imprescindible la huelga general del 29 de marzo».
Belén Arrondo, de STEE-EILAS, destacó que la huelga es necesaria porque «la reforma laboral es una de las más graves» y «echa por tierra las conquistas sociales y sindicales, a la vez que desregula las relaciones laborales a favor de la patronal», mientras que Josu Balmaseda, de ESK, señaló que «estamos ante un golpe de estado en toda regla» que «va a poner en peligro miles de vidas», por lo que llamó a la movilización social.
Estrategia marcada
Unai Sordo, secretario general de CCOO de Euskadi, destacó en declaraciones a «El Correo» que «vamos a seguir la estrategia que tenemos marcada de movilización en escalada». Mientras que Dámaso Casado, en ese mismo diario, dijo «que no valoraremos la huelga hasta que analicemos en UGT con profundidad esa convocatoria».
En Nafarroa, Juan Goyen (UGT) y José María Molinero (CCOO), llamaron a la unidad de acción para acumular fuerzas.
Confebask rechazó la convocatoria y utilizó los mismos argumentos de anteriores huelgas sobre la «gravedad» de la protesta sindical en época de crisis. «El verdadero compromiso con el empleo no se demuestra con movilizaciones», precisó.
La mayoría sindical vasca efectuó ayer el trámite administrativo para legalizar el paro general para el próximo 29 de marzo. Acudieron a la sede del Gobierno de Gasteiz en la Gran Vía de Bilbo y al Departamento de Trabajo del Gobierno de Nafarroa.
La convocatoria de huelga de la mayoría sindical vasca fue rechazada ayer por PNV y PP, mientras el PSE aseguró que existen «motivos de preocupación» ante la reforma laboral y mostró su apoyo a las manifestaciones convocada para mañana por CCOO y UGT.
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, instó a los sindicatos convocantes a hacer «un acto profundo de reflexión» hasta vislumbrar «un equilibrio» entre «la necesidad de una reforma para crear empleo y los derechos de los trabajadores».
Urkullu dijo respetar el derecho de las centrales a convocar una huelga, pero expresó su preocupación ante la posibilidad de que pueda venir otra en el Estado, y ante las repercusiones que vayan a tener estas protestas en la actual crisis.
El parlamentario del PP Carlos Olazabal dijo que la convocatoria «puede darle satisfacciones políticas a alguien, pero no va a crear un solo empleo».
Mientras tanto, el PSE considera que existen «motivos de preocupación» ante la reforma laboral que «justifican» las movilizaciones. Tras indicar a los sindicatos que el Gobierno de Gasteiz «no es su enemigo, sino su aliado», el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, confirmó que representantes de su formación acudirán mañana a las protestas de CCOO y UGT.
EB Berdeak también anunció que se unirá a las movilizaciones de CCOO y UGT ya que, de lo contrario, «las políticas neoliberales harán retroceder los derechos conquistados por los trabajadores no al siglo XX, sino al siglo XIX». GARA
A juicio de Ainhoa Etxaide (LAB), la reforma laboral no sólo termina con derechos laborales que han costado décadas conquistar, sino que provoca «un mayor empobrecimiento» de la sociedad con el único fin de «favorecer a los empresarios»
La presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, cuestionó la convocatoria de huelga, de la que ha apuntado que persigue «objetivos políticos», y mostró su «respeto» hacia las valoraciones contrarias a la reforma de UGT y CCOO.
La izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba mostraron ayer su «total apoyo» a la huelga general convocada por la mayoría sindical vasca para el 29 de marzo para dar «una respuesta firme a una situación de graves recortes sociales». A su juicio, es necesario el trabajo conjunto de partidos, sindicatos, agentes sociales y sociedad con el objetivo de «unir fuerzas y articular una alternativa».
Las cuatro formaciones consideran «necesaria e imprescindible» una respuesta «en todos los ámbitos, a nivel institucional y político, pero también en la calle», a la política de «recortes generalizados y drásticas reformas» que el Gobierno del PP está adoptando «con la excusa de hacer frente a la crisis».
En su opinión, «en Euskal Herria existen razones y condiciones suficientes para realizar una movilización popular masiva como es una huelga general», por lo que insistieron en la necesidad de «salir a la calle para hacer frente a la política económica del Gobierno español y reivindicar un marco de soberanía política y económica plena desde la que poder hacer frente a la crisis».
Tras criticar que la política económica y laboral del Ejecutivo de Mariano Rajoy «intenta mantener a flote el sistema que nos ha traído a esta situación, así como la tasa de beneficios del gran capital», remarcaron que la respuesta vasca a esta situación «debe ser proporcional a la gravedad del ataque que estamos sufriendo».
Las cuatro formaciones hicieron un llamamiento a toda la sociedad vasca a que, mediante la participación en la huelga general, «sea motor del cambio político y social», ya que, según subrayaron, esta convocatoria debe de suponer también «un avance en la construcción de un modelo socio-económico alternativo basado en la justicia social».
«Es imprescindible avanzar en la articulación de una alternativa socio-económica real, una propuesta que tenga como base la soberanía política y económica y que marque el camino hacia un nuevo modelo, que permita invertir la situación y que pasa por profundizar en nuestra soberanía hasta llegar a un marco social y laboral propio», aseguraron.
Por ello, además de adherirse a la huelga, las cuatro formaciones se comprometen a «trabajar en el diseño de una alternativa que permita construir una Euskal Herria fundamentada en la justicia social y en un nuevo modelo sostenible». GARA
La agencia de calificación de riesgo crediticio Fitch considera que la reforma laboral no conseguirá que el mercado laboral sea igual de flexible que el de sus países competidores, aunque cree que se trata de un «comienzo positivo».
