El candidato apoyado por Beijing para la jefatura de Hong Kong, Henry Tang, se enfrentó ayer a la demanda por parte de periodistas y políticos, entre otros, de su retirada tras culpar a su esposa de las construcciones ilegales llevadas a cabo en su domicilio conyugal. Tang, actualmente el número dos del gobierno de Hong Kong, dijo durante una conferencia de prensa que las obras fueron «idea de su esposa» tras lo que varios ministros, analistas políticos y periodistas criticaron su actitud y pidieron su retirada. «Fue idea de mi esposa y yo sabía que era ilegal. Pero como nuestro matrimonio estaba atravesando un período difícil, no actué con la suficiente rapidez. Asumo toda la responsabilidad por este incidente », el político chino.